Con el paréntesis del corto paso por el Lago Tahoe con noche de hotel incluida, estábamos listos para pasar de nuevo a la acción de verdad. Qué mejor sitio para ello que Yosemite National Park, el parque nacional más antiguo de Estados Unidos, patrimonio mundial de la UNESCO y uno de los más populares. Una fama ganada por su belleza única, no hay lugar para decepciones como a algunos les pueda pasar con elGran Cañon del Colorado, por ejemplo.
Salimos de Stanislaus National Forest por la terrible carretera del día anterior cuesta arriba y el coche sobrevivió una vez más, nos quedaba más de una hora para llegar a Yosemite. Una vez más, nuestro annual pass nos hizo ahorrar una pasta de la entrada al parque, el dinero que nos hemos ahorrado con este pase se cuenta en cientos de dólares.
Lo primero que fuimos a hacer es ir en busca de un lugar donde acampar cerca de Yosemite, aquí no nos quedaba otra que buscar un lugar de pago donde poner nuestra tienda de campaña. Sabíamos lo de que suele estar lleno así que fuimos bastante temprano al centro de visitantes donde preguntaríamos por ello.
Yosemite Village se encuentra en pleno valle de mismo nombre, cerca del centro tienen un aparcamiento gratuito gigantesco desde donde puedes andar por el pequeño pueblo. En el pueblo dispones de supermercado, hoteles y alguna tienda más aparte del buen centro de visitantes. Allí pediríamos el mapa del parque y preguntaríamos por las mejores caminatas para hacer en los tres días que teníamos pensado pasar. Respecto a lo del camping, todos ellos en el Valle de Yosemite estaban con el cartel colgado de FULL, el único sitio donde aún tenía plazas libres era en un campground de la entrada al parque, es decir, a 40 minutos en coche. Fue todo un putadón tener que conducir de vuelta para ir hasta el camping y pillar el sitio para que nadie nos lo quitara pero no nos quedaba otra opción. Así que de nuevo 40 minutos ida y otros 40 de vuelta desde el valle para empezar a visitarlo en condiciones, demasiado tiempo y gasolina perdidos subidos al coche.
Nuestro mapa con las rutas marcadas |
La carretera principal de Yosemite está siempre repleta de gente, da igual en que mes del año te encuentres, es una de las principales atracciones de este estado tan poblado llamado California. Llegando por la carretera del valle, que no tiene salida, empieza el espectáculo, unas cascadas altísimas con agua en abundancia caen a ambos lados de la carretera y la gigante piedra de El Capitán con su pareja Half Dome hacen de una delicia para la mirada de cualquier ser vivo. Si hay que destacar una cosa sobre todas las demás eso son sus cataratas, las veríamos para todos los gustos, por suerte nos encontrábamos en la mejor época del año para ello.
Decir que Yosemite cierra algunas de sus carreteras en temporada de invierno así que no pudimos ver la totalidad del parque, sobre todo no pudimos hacer la carretera que te lleva al famoso Mono Lake ni subir a Half Dome. Nos concentraríamos en el Valle de Yosemite, lugar con atractivos suficientes como para mantenernos busy los tres días que teníamos planeados pasar por aquí.
Una de las cataratas que se ven desde la carretera principal |
Lo que nos quedaba de primer día lo dedicaríamos para hacer las visitas “fáciles” como el mirador de Tunnel View, posiblemente la vista más famosa del parque. Esta vista sirve ni más ni menos que de portada de la última Loleny Planet de California. Desde el mirador puedes ver todo el Valle de Yosemite con sus bastos bosques y sus bonitas cascadas dibujadas en muchas ocasiones con arcoiris. Es un sitio muy visitado por la impresionante vista y la facilidad para llegar. Nosotros buscamos un poco de soledad con estas vistas y nos fuimos por un sendero cuesta arriba llamado Inspiration Point. Un lugar con las vistas parecidas (desde más alto) pero con la diferencia de que lo tienes todo para ti. La peor parte fue lo que cuesta llegar y los árboles que hay en medio de las vistas, habíamos planeado un día tranquilo sin caminatas duras y no estaba siendo así. ¡No subas si no quieres sudar la gota gorda!
Paisajes de portada |
Las coloridas cataratas de Yosemite |
Mismas vistas pero desde Inspiration Point |
Una de las otras paradas obligatorias es la de Bridalveil Trail. Una cortísima (0.8 km ida y vuelta) caminata que te lleva a los pies de la Catarata de Bridalveil, un impresionante chorro de agua que cae a 189 metros de altura que cuando te acercas te moja de pies a cabeza, te recomiendo que traigas un chubasquero si se te ocurre acercarte por aquí.
Mojándonos en las Bridalveil Falls |
Otras de las caminatas fáciles y bonitas de hacer es la Mirror LakeLoop, una caminata de 2.8 km hacia unos lagos que sirven de espejo de las montañas que lo rodean, ya he perdido la cuenta de cuantos mirror/reflection lakes hemos visto ya.Ruta muy plana por un camino pavimentado en la que vimos a muchas familias y gente mayor. Todas estas rutillas serían puro calentamiento para lo que nos esperaba los días siguientes… pero ya veis que no hace falta hacer grandes caminatas para tener vistas preciosas de Yosemite.
Mirror Lake |
La noche en el camping la pasaríamos rodeado de gente sentada junto a su hoguera descansando de las caminatas. Como en Stanislaus y por toda esta zona de Sierra Nevada, aquí también existen en cada camping las cajas anti-osos para guardar todo alimento o producto que pueda oler, no se pueden dejar ni en el coche, estos osos han creado un instinto único como para averiguárselas y entrar en tu coche. Por suerte o desgracia no vimos a ninguno, tampoco a un puma que se vio cerca de este camping hace poco, un cartel te advertía de ello y de como tienes que reaccionar en caso de un encuentro. Nos lo estudiamos bien por si las moscas.
Sendero Yosemite Falls
En nuestro día dos empezaríamos subiendo por el sendero llamado Yosemite Falls, uno de los más populares del parque que te lleva desde los pies de la catarata hasta arriba, donde sus aguas se desploman de repente al vacío. La Yosemite Fall es conocida por ser la catarata más alta de Norte América, aunque no sé si es del todo cierto. La ruta tiene un total de 12 km con 823 metros en elevación lo que hace que se estimen de 6 a 8 horas para completarla, es decir, echar el día prácticamente. Al terminarla, créeme, no tendrás muchas ganas de más.
La primera parte va todo cuesta arriba hasta llegar a un mirador de todo el valle, primera parada para descansar y disfrutar de las vistas que ofrece esta ruta del valle.
Primer mirador de la ruta |
Hasta llegar a las cataratas es una subida dura donde se gana mucho en elevación en muy poco tiempo, una parte muy agotadora para las piernas y pulmones que no terminaría aquí. Las vistas cercanas a las cataratas bien merecen la pena, este punto es llamado Upper Yosemite Falls Viewpoint. Mucha gente, como nosotros, estaba ya con la lengua fuera, gente que vimos que nos pasaban como rayos al principio de la caminata y que acabaríamos sobrepasando llevando nuestro ritmo no tan rápido pero contínuo.
Los simpáticos stelar-jays azules |
Los duros escalones del sendero |
Yosemite Falls Upper Viewpoint |
Tras varias paradas para descansar y bajar nuestro ritmo cardíaco llegamos a lo que se llama Top of Yosemite Falls. Para muchos supone el final del sendero pero para nosotros seguiríamos más arriba para tener unas vistas incluso más altas de todo el valle a un lugar llamado Yosemite Point (3 km más). No iba a ser fácil llegar ya que la nieve a estas alturas lo cubría todo, borrando el sendero que se dirigía a lo más alto. Seguimos nuestro instinto y tras estar un poco perdidos llegamos al lugar con los puños de victoria en el aire. Era el momento de sentarnos, comer y ¡disfrutar de estas vistas tan increíbles!
Perdidos en busca de Yosemite Point |
¿Pa’ donde tiramos? |
¡Todo el valle para nosotros! |
We made it! |
El famoso Half Dome |
La cuesta abajo la hicimos rápido, aunque duro para las rodillas, lo pudimos hacer sin problemas. Lo malo era la gente que se acumulaba subiendo y bajando, demasiada para nuestro gusto, haciendo que tuviéramos que parar en seco en más de una ocasión. Es lo que tiene el ser una de las rutas mas populares.
Sendero de Vernal Fall y Nevada Fall
Al día siguiente haríamos otra ruta de las largas, aunque más corta y menos dura que la del día anterior (5-6 horas, 8.7 km). De nuevo una ruta que nos llevarían por cataratas asombrosas. Es difícil quedarte con una favorita, cada una tiene su punto diferente.
Para llegar al inicio del sendero cogimos el autobús de cortesía del parque ya que aparcamos algo alejados del inicio. Desde la salida empezamos a subir poco a poco hasta llegar al primer punto de la ruta, un puente de madera con vistas a la Catarata de Vernal
Nuestro siguiente objetivo era estar en lo alto de las Vernal Falls, una subida por escalones con vistas a las cataratas con una parte que se pasa por debajo de unas rocas y donde te mojas de lo lindo, sobre todo por el viento que había.
Una vez arriba existe como una roca lisa donde todo el mundo estaba disfrutando del sol y las vistas, algunos echando la siesta y otros comiendo. Se puede asomar la cabeza y ver como cae todo ese chorro de agua, ¡algo impresionante!
En lo alto de Vernal Falls |
Tras un merecido descanso iríamos a lo más duro de la ruta, subir hasta las segunda catarata llamada Nevada Fall por un camino muy rocoso. No menos espectacular que la anterior y con un tiempo de sol perfecto. Una vez arriba tocó otro rato de descanso, comer y bajar de vuelta.
Encima de Nevada Falls |
Añadir leyenda |
El sendero se puede seguir hacia arriba para llegar hasta Half Dome pero ese camino está cerrado en temporada baja así que tuvimos que irnos de vuelta, es la ruta más desafiante de Yosemite Valley, solo los más atrevidos se atreven a ello cuando se abre al público, una pena que llegáramos a destiempo.
Aprovechamos para irnos a Curry Village donde tienen wifi (limitado) gratuito. Para ello han creado como una casa de madera con muchas sillas, sillones y hasta mecedoras donde la gente se sienta para aprovechar del internet con su móvil, portátil o beberse una cerveza tranquilamente. En frente de esta casa hay como un restaurante y un mini supermercado donde compramos unas bebidas y algo para picar. Un buen momento para sentarnos junto al portátil y descansar nuestras maltratadas piernas.
Habíamos pasado 3 días viendo maravillas en el parque, sin duda, el Parque Nacional de Yosemite, es toda una joya natural, un valle glaciar de una belleza sinigual donde las gigantes y majestuosas rocas de nombre Capitán y Half Dome andan presentes y perennes para el disfrute de sus visitantes. Nos despedimos con un atardecer con vistas de ensueño para decir hasta nunca a uno de los lugares más bonitos de los Estados Unidos. Era el momento de dirigirnos hacia la ciudad de San Francisco haciendo antes noche de nuevo en Stanislaus National Forest.
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