Palestina

Palestina: Día 5: Jenin y Ramallah, viajando por la capital palestina

[Escribiendo este articulo da la casualidad de que Jenin es actualidad en las noticias por unos tiroteos entre israelíes y palestinos. Como siempre, un conflicto que parece no tener fin, esperemos que no pase a mayores esta vez. En el post os cuento mi paso por esta ciudad en junio de 2014, en medio del inicio de un conflicto que acabaría con la vida de más de 1500 personas y la destrucción de ciudades enteras en la franja de Gaza]

Reconócelo, nunca te has planteado ir de vacaciones y pasar por Palestina, mucho menos ir hasta ciudades como Jenin o Ramallah (existen, sí). Si lo has hecho, eres un bicho raro, pero no te preocupes, no estás solo en este mundo. Hay muchos viajeros que se meten en lugares poco comunes, solo se hace para conocer lo nuevo, no importa lo turístico o conocido que sea, simplemente vas allí a ver que se cuece, a conocer y descubrir nuevos lugares, gentes y culturas, a derribar mitos y apariencias que te quieren dar desde fuera, Palestina (Cisjordania) no es ningún campo de batalla (por el momento).

Con este pensamiento entraba a territorio palestino, a la Palestina de Cisjordania, el territorio más grande de Palestina, la otra parte sería la franja de Gaza, demasiado arriesgado y cochambroso llegar hasta allí, mejor dejarlo para otra ocasión cuando la cosa esté normalizada (si es que algún día ocurre).

Desde Nazaret, muy temprano, busqué el furgón para ir a Jenin (Palestina), que esperaba en una bocacalle, como si se escondieran de algo. Dos hombres algo mayores esperaban sentados a las cuales pregunté si era el furgón que se dirigía hacia Jenin, ciudad palestina que hace frontera con Israel. Me senté en el borde de la acera con ellos a esperar que llegara más gente para salir. Eran palestinos que iban a su tierra y su curiosidad por saber más de mi les pudo. Tras el interrogatorio típico de como te llamas/de donde eres/estás casado/en que trabajas… le siguió un enséñame fotos de tu móvil de donde vives y de tu mujer (todo en un inglés muy limitado). Con cada foto que les enseñaba daban un grito del asombro, estaban como entusiasmados, muy interesados de ver de donde provengo. Cuando le dije que soy de la antigua Al-Andalus se alegraron muchísimo y me dijeron que eramos como hermanos para los palestinos. Pusieron cara de decepción cuando les dije que Andalucía ya no es musulmana, que ahora eramos cristianos, era como si no se lo creyeran. No sabía muy bien decirles que no era creyente, no lo entenderían, no conciben un mundo en el que no eres de alguna religión, mejor evitar estos temas.

Jenin, primera parada en Palestina

Mis dos nuevos amigos, otros palestinos y yo salimos hacia Jenin con algo de emoción e incertidumbre de lo que darían de sí los famosos check-points israelíes. Puntos donde controlan lo que entra y sale de territorio palestino, jóvenes armados de pies a cabeza que te pedirán el pasaporte y te harán preguntas. El chico que pidió el pasaporte no estaba contento con mi presencia por allí, no se acostumbran a ver turistas por esta parte, suelen ir a lugares como Belén o Jericó. No le gustó que le dijera que me dirigía hacia Ramallah como destino final. Con mala cara y con algunas palabras en hebreo que quien sabe que querían decir, me dejo pasar sin más contemplaciones. No sería el último check-point del viaje.

En algún lugar de Cisjordania
Carreteras palestinas con sus mezquitas por todos sitios

Me soltaron en la última parada, ya en la estación de Jenin. Transporte hacia Ramallah hay con bastante frecuencia con lo que no me preocupé demasiado, podía quedarme por Jenin hasta que me hartara y decidiera salir hacia Ramallah, solo tenía que volver a la estación y preguntar, quería dormir ya allí.

Decidí caminar y callejear por todo el centro de la ciudad, sin mapa, sin previa información de lo que ver o hacer (si es que hay algo que ver o hacer turísticamente hablando).

Un grupo de hombres que bebían en corro algo a lo que llaman café me hicieron gestos para que me acercara. Enseguida me ofrecieron uno de esos mini-vasos que acepté con gusto. Me hicieron algunas preguntas, sobre todo uno de ellos que dominaba más o menos el inglés. Me comentó que si miraba al edificio de atrás vería como está tiroteado por los israelíes -haciendo gestos de metralleta- probablemente en la sonada Batalla de Jenin del 2002, en la que los israelíes hicieron una incursión militar contra los palestinos de Jenin en un campo de refugiados para evitar, según los israelíes, los ataques terroristas que se organizaban desde esta ciudad, muchas fueron las personas que murieron en ambos bandos. Pude captar el odio que salia de sus palabras al decírmelo. 

La bebida que me dieron no se parecía a nada al café, no sé que era, pero no me gustaba para nada. Al despedirme de ellos y dar la vuelta a la esquina tuve que tirarlo. ¿Qué diablos era eso? Hasta ahora por Israel no me había encontrado con tanta hospitalidad, tuvo que ser en Palestina. 

Banderas de Palestina por todos sitios, que no se diga.
Arafat presente por toda Palestina
¿?

No duré mucho por las calles de Jenin, no había demasiado que hacer a parte de interactuar con los locales por el mercado y caminar por sus calles con grandes carteles publicitarios llevaba la mochila a cuestas con lo que no tardé en llegar de vuelta a la estación donde enseguida me sentaron en un minibús que se dirigía hacia Ramallah. Tardó en salir pero cuando metió a unas cuantas personas salimos hacia el destino. El paisaje seco con un sol de justicia y algunas montañas por el horizonte con sus tierras cultivadas fue lo que fuimos viendo por el camino, de cada pueblo que podía ver de casas blancas suele sobresalir una mezquita con la cúpula azul, algo característico de las localidades de estas tierras. Pasamos por algún check-point más con caras largas cuando me veían pero sin ningún tipo de problemas. Pasamos por carretera israeli en territorio palestino, los israelíes se han apoderado de esta carretera general para controlar mejor todo, por ella verás banderas con la estrella judía, algo que me pareció muy extraño, lo intentan controlar todo.

Ramallah, visitando la capital administrativa de Palestina

Entrado por la capital la cosa fue cambiando, grandes edificios residenciales nos daban la bienvenida, se notaba que estábamos en la capital. Lo primero que hice fue buscar mi hotel que reservé desde Nazareth, no fue fácil encontrar alojamiento barato en Ramallah, de saber antes que existe un hostal barato no hubiera reservado en el hotel que lo hice. No por que fuera malo si no por lo caro que me salió. Tenía hasta desayuno incluido.

Una ventaja fue que me encontraba cerca de lo que quería, sobre todo de una de las cosas que más me atraían para ir a visitar de turisteo -o la única-. El mausoleo de Yasser Arafat, o la Mukata, donde se encuentra la Autoridad Nacional Palestina. Un gran edificio donde en su interior yace el que fue el líder más importante de Palestina. Para entrar te controlan tus pertenencias y la entrada es libre y gratuita, abierta para todos los públicos.

Mohammed Yasir Abdel Rahman Abdel Raouf Arafat al-Qudwa al-Husseini – Arafat para los amigos– nació en El Cairo pero de padres palestinos. Fue el líder con más nombre de Palestina, su lucha contra los israelíes y a favor de los derechos palestinos fue su objetivo en la vida. Un nacionalista palestino presidente de la Organización para la liberación de Palestina y presidente de la Autoridad Nacional Palestina que también fundó su propio partido político, el famoso Fatah. Recibió el premio nobel de la paz por su trabajo, hoy en día es todo un icono en el país. Sin embargo, su voluntad era la de ser enterrado en Jerusalén, quizás algún día lo trasladen hasta allí cuando la cosa se ponga más a favor de los palestino….algún día.

Para mi fue muy especial estar en la tumba de alguien internacionalmente tan famoso como lo era él, un nombre que estaba en boca de todos, sobre todo en las noticias de televisión. Fue una sensación rara estar allí, haciendo fotos, con dos personas que no movían ni un pelo a los que finalmente les pude sacar alguna palabra. Tiene que ser un trabajo de lo más aburrido estar ahí tantas horas en esa posición.

Edificio donde yace Yasir Arafat
Guardia 24/24 en la tumba de Yasser Arafat

La gente me saludaba y algunos me paraban para hablar, muchas veces de fútbol -en que momento se me ocurrió ponerme la camiseta del Málaga CF- No se veían extranjeros apenas, aunque algún blanco vi pasar. Te das cuenta de que solo buscan una excusa para hablarte, algo con lo que poder contactar con alguien de fuera y me parece bien, no es algo que me moleste lo de hablar de fútbol o del calor que hace, es algo secundario, lo importante es lograr ese contacto e interactuar con la gente local

Ramallah es una ciudad muy viva y eso que se encontraba en plena huelga general -muchas tiendas cerradas- contra un acontecimiento que marcaría negativamente los próximos meses. Fue a causa del secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes que los israelíes achacaban a Hamás, haciendo que estos respondieran con dureza creando alboroto entre los palestinos. Eran días tensos y de incertidumbre por lo que iba a pasar y eso lo pude mascar en el ambiente, no había otro tema del que se hablara por la calle, televisión o prensa y yo me encontraba en medio de todo el meollo.

Callejeé por el centro donde se encuentra Al-Manara square, una plaza con una rotonda con leones, la place to be de la ciudad en la que hay mas movimiento de gente de toda la ciudad y donde se unen las calles más interesantes de Ramallah. Me moví por mercados y comí falafel con hummus en puestos callejeros, superbaratos y riquísimos. También pude beber tés de gente que va vestida con una indumentaria típica y con una especie de tetera gigante que llevan a sus espaldas, están por todos sitios.

¿Americanadas en la capital de Palestina? Que alguien me lo explique
Calle central de Ramallah
Plaza Al-Manara central de Ramallah
Carteles de liberación palestina en el centro de Ramallah
Los vendedores de té
Mi preciado falafel

Muchas de sus calles están decoradas con grafitties muy buenos, casi siempre relacionado al patriotismo palestino. El graffiti, si está bien hecho, es una de las mejores formas de manifestarse, además de que decoran las calles.

El atardecer lo pasé en un bar llamado Stars & Bucks -ojo, no confundirse con Starbucks– en lo alto de la plaza Al-Manara desde donde a través de sus ventanales puedes ver la vida pasar en su plaza más concurrida. Un gran sitio para sentarte tranquilo con tu milkshake y observar Palestina desde otro punto de vista, observar la vida pasar en un país en una situación tan complicada como la que vive, lugar recomendado.

Vistas desde el Stars&Bucks

Fue breve el paso por Palestina pero interesante, a la mañana siguiente buscaría transporte para salir hacia Jerusalén que se encuentra a menos de 15 kilómetros de Ramallah, tan cerca pero tan lejos, volvería a Palestina para visitar Belén, o al menos esa era mi intención. El inicio del conflicto que empezó a empeorar estando en Ramallah era solo el principio, veríamos a ver como me iba a afectar en el resto del viaje.

Sigue el viaje por Israel y Palestina

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