Japón

Día 7: Nara: Ciervos, templos y fantasía

Nara es una pequeña ciudad situada cerca de Kioto, una ciudad que fue hace muchos años capital de Japón. Fuimos desde Kioto haciendo antes el check-out en el hotel y dejando nuestras maletas en las taquillas de la estación central (500 yenes o 5 € mas o menos) para cuando volviéramos de Nara cogerlas e ir directamente a Tokyo. Cogimos la JR Nara line en la que podíamos utilizar nuestro JRP, son unos 30 minutos más o menos para llegar a Nara, también hay otra linea que te deja en una estación mas céntrica pero no entra dentro del JRP (Japan Rail Pass).

Era temprano, antes de las 10 de la mañana estábamos ya en Nara. El tiempo era maravilloso, una vez más. Desde la estación puedes ir fácilmente andando hasta la zona de los templos, unos templos que forman parte del patrimonio mundial de la UNESCO. Desayunamos en un McDonalds que era uno de los pocos sitios que habían abierto, un buen lugar para desayunar barato. 

Por el camino pasamos por la oficina de turismo de Nara donde nos dieron un mapa con las cosas que visitar, siempre nos gusta combinar con la lonely planet. Llegamos a la zona del parque (Nara Koen) donde empieza la zona de los templos y donde te encuentras con una sorpresa, ¡¡está todo lleno de ciervos!! Y no solo eso, ademas se dejan tocar, es más, te acosan si te ven con comida en la mano, algo realmente surrealista. El contraste de ver una carretera llena de coches y los ciervos al lado campando a sus anchas es de verdad surrealista ¡Vaya personajes! Sin duda uno de los atractivos de esta ciudad.

Los ciervos en Nara son intocables, el parque alberga a unos 1200 de ellos que andan a sus anchas. En el pre-budismo, los ciervos eran vistos como mensajeros de Dios y hoy en día se siguen manteniendo como patrimonio nacional. El parque está lleno de vendedores donde puedes comprar unas galletas especiales por unos 150 yenes (1€ y pico) te dan bastantes galletas, recomiendo comprarlas, tienes que dosificarlas para toda tu visita, te dará mucho juego.

Seguimos nuestro camino y nos fuimos hacía el Isui-en, un jardín zen típico japonés. Por el camino, Perrine empezó a sentirse muy mal, tenía un dolor de barriga fortísimo, tanto que tuvo que vomitar en mitad de la calle, que con lo limpios que son por aquí nos dio un poco de vergüenza. Algo le sentaría mal (McDonalds seguramente). Al echarlo todo por la boca parece que se recuperó. Antes de llegar al Isui-en vimos otro jardín, el Yoshiki-en, la diferencia es que este es gratis y en en el Isui-en hay que pagar la friolera de 650 yenes, no lo dudamos ni un momento y entramos al gratuito. No había gente y por primera vez disfrutamos de la tranquilidad y belleza de estos jardines japoneses.

La siguiente parada iba a ser el plato fuerte de Nara, ni más ni menos que el Todai-ji, un templo que alberga en su interior a un buda gigante. El lugar es precioso y antes de llegar al Todai-ji pasamos por el Nandai-mon, la puerta principal grandísima y muy bonita donde puedes ver dos figuras gigantes de dos guardianes de Nio.

Para ver el buda gigante (Daibutsu-den) hay que comprar un ticket que cuesta unos 500 yenes, compra obligada. El templo que lo alberga es grandioso e impresionante, se dice que es la construcción de madera mas grande del mundo. Ya en su interior puedes ver al buda gigante, se dice que es una de las figuras de bronce mas grandes del mundo. Como podéis leer aquí, todo esta a tamaño XXL. 

El buda no est solosino acompañado de otras dos grandes figuras, nosotros los turistas solo podemos andar por su alrededor y los budistas pueden subir por unas escaleras más cercanas a la figura.

El itinerario seguía y después de ver tal monumento la seguíamos con una sonrisa de oreja a oreja. Muy cerca y cuesta arriba fuimos al Nigatsu-do y Sangatsu-do en un paseo muy bonito donde los ciervos seguían siendo protagonistas. Nigatsu-do es una de las zona de templos que más me ha gustado hasta ahora (creo que he visto demasiado poco de Kioto), supongo que por el bonito entorno, sus vistas sobre Nara y lo auténtico que me parecía. Disfruté mucho de este lugar. También es digno de ver el Sangatsu-do.

Esta vez nos dirigimos hacia el Kasuga Taisha, un santuario muy bonito pero al que decidimos no entrar ya que se podía ver casi todo desde fuera. El camino está decorado con cientos de «linternas» a los lados, por la noche tiene que ser precioso. Si vuelvo algún día a Kioto me acercaré por aquí por la noche. Esta zona está lleno de templos y santuarios que no tienen desperdicio.

Descansamos por el parque en uno de sus bancos rodeados de ciervos que no hacían mas que pedir galletas, uno hasta le dio un bocado a mi sudadera como diciendo «como no me des veras«. Cuando ven que no sueltas comida, se quedan un buen rato mirando con cara de pena y acaban por irse.

Lo último en ver y no por ello peor, fue el Kofuku-ji. lugar gratuito que alberga dos pagodas, uno de tres pisos y otro de cinco. La pagoda de cinco pisos es la segunda más alta de Japón, no nos lo podíamos perder. En el centro de la plaza están de obras haciendo un edificio que tiene muy buena pinta, estará listo para el 2018. Por la zona también puedes visitar el National Museum Treasure Hall que contiene variedad de estatuas y objetos de las construcciones anteriores al templo.

Volviendo al centro de Nara pasamos por la misma calle por la que vinimos, esta vez estaban todas las tiendas y restaurantes abiertos. Comimos unos noodles artesanos riquísimos y vimos el verdadero ambiente de la ciudad, con calles muy acogedoras.

Otra cosa que hacer en Nara es visitar su casco antiguo, pero decidimos irnos a Tokio ya que era un viaje largo. Cogimos el tren que nos llevó a Kioto donde recogimos nuestras maletas de las taquillas y cogimos el tren bala a Tokio. Dormimos de nuevo en el Kiba hotel, era lo mas fácil ya que llegaríamos tarde y ya sabíamos bien donde se encontraba. Reservamos esta noche antes de irnos la vez anterior.

Puedo decir que Nara ha sido uno de los sitios que mas me gustó de Japón y debe ser un «must see» si andas por Kioto.

Puedes seguir leyendo el viaje pinchando aquí : Día 8: Tokyo 4/4: Zoo de Ueno, Harajuku y Shinjuku

O si te lo has perdido, leer el día anterior: Día 6: Kyoto 2/2, la tradición japonesa

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Postamigo

Narade Callejeando Por El Planeta

6 thoughts on “Día 7: Nara: Ciervos, templos y fantasía

  • Tienes razón con la amabilidad japonesa, a mí me dejó fascinada, me encantó!!!! Los ciervos la verdad es que son un poco asalta gentes pero son monos, jejejeje. Por cierto, tienes unas fotos preciosas!!! 😉

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    • Gracias! Pues si, por Europa deberíamos aprender de la amabilidad y modales japoneses.
      Los ciervos son todos unos personajes jejeje, me hacían mucha gracia. Saludos

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  • Asia es diferente.
    Solo la amabilidad que tienen los asiáticos es de admirar….y los japoneses se llevan la palma.
    Excelente post y fotos magnificas.
    Un saludo
    PD: Por cierto el enlace del blog "Sígueme en Twitter" da "Página no encontrada"

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    • Gracias!
      No he estado mucho por Asia pero de los tres países en los que he estado (India, Nepal y Japón) como bien dices tu, Japón se lleva la palma, son gente maravillosa. En India y Nepal también disfruté de su gente aunque a veces sean algo pesados jeje.

      Ups ahora mismo miro eso del Twitter,.. saludos

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  • Buenas Álvaro! He llegado a tu blog desde twitter y esta entrada me ha parecido muy interesante. Qué cantidad de templos y qué curioso el Buda gigante… Japón debe ser increíble.

    Un saludo, tienes otro seguidor!
    avedepaso.net

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