Ghana

Ghana: Día 3: De espectador por las profundidades del país

Tamale amanecía mientras nosotros nos auto-animábamos a levantarnos, dormir con aire acondicionado es peligroso ya que no querrás salir al infierno de 30 y pico grados que hace ahí fuera a las 7 de la mañana. Una cosa teníamos bien clara, este viaje lo aprovecharíamos durante las horas de sol ya que de noche hay poco que hacer en las calles ghanesas aparte de que no se recomienda. Amanece muy pronto, como a las 6 o así y anochece a las 18h30 aproximadamente, trataríamos de movernos durante esas horas. Levantarnos pronto, acostarnos pronto.

Lo primero que teníamos que hacer era ir a la estación de autobuses para comprar los tickets de autobús que nos llevaba a Mole National Park, no queríamos correr el riesgo de quedarnos otro día en Tamale. No nos sobraba tiempo en Ghana y queríamos aprovecharlo al máximo, no nos podíamos permitir “perder” otro día como ya nos pasó el día anterior.

Cogimos un taxi en la puerta del hotel, es impresionante lo de los taxis, hay miles de ellos sin exagerar. Siempre que lo necesites, estés donde estés, ahí habrá un taxi pasando para parar, nunca tendrás problemas en encontrar uno. Por unos 50 céntimos nos dejó cerca del mercado desde donde teníamos que meternos callejeando hasta la estación de Metro Mass, una de las empresas de autobuses más fiables de Ghana con un lema que me gusta. “Moving Ghana“. El ticket nos costó unos 8 cedis (unos dos €) por persona. Estamos hablando de 6 horas de autobús, el precio es de risa aunque no es que tenga ningún lujo.

Eran las 7 y media y el autobús no salía hasta las 14h o 15h de la tarde así que teníamos más tiempo de conocer Tamale. Era domingo pero al estar en territorio musulmán no afectaba mucho, las calles estaban igual de ambientadas.

Bajo el sol abrasador callejeamos por Tamale. Primero buscamos algún cajero para sacar dinero, a falta de oficinas para cambiar dinero optamos por esta opción a pesar de la comisión que pudiera haber. Queríamos ir con dinero a Mole ya que no teníamos ni idea de lo que nos íbamos a encontrar por allí. No fue fácil ya que algunos cajeros no funcionaban y otros ponía que solo se podía con VISA. Casi rendidos nos dio por probar en uno de esos cajeros donde pone VISA, resulta que nuestra tarjeta Maestro funcionaba, ¡bien!

Fútbol y Coca-Cola, algo que no falta en Ghana

Pasando de nuevo por la mezquita central decidimos sentarnos un rato bajo la sombra, hacía demasiado calor. Se nos acercaron 3 chicos jóvenes, de unos 10 años con un perfecto inglés. Nos contaban que querían ser futbolistas, el fútbol es un deporte muy famoso y practicado en Ghana como en gran parte de África. Sobre todo ahora que jugaron la final de la Copa África a principios de febrero que perdieron en los penaltis. Nos contaron que la casa de uno de los jugadores más famosos de la selección se encontraba dos calles más adelante, era la casa de Wakaso y lo conocían personalmente, fue un chico como ellos, todo un ejemplo para soñar. 

Hablando con los chicos se nos acerca un hombre, iba vestido de faena con su uniforme de guarda. Iba a trabajar al banco, le tocaba su turno de guardia. En los bancos ghaneses parece ser que los tienen 24/24, 7/7 vigilados. Fue al grano con nosotros y después de presentarnos con su inglés escaso nos pregunta como podemos ayudarle para ir a Europa.

 –No es fácil, son muchos los que quieren ir y hacen falta papeles, poco podemos hacer, lo siento– le dijimos. 

Parecía no entenderlo bien porque insistía. 

-En Europa hace mucho frío y la gente es antipática– seguimos diciéndole.

Eso pareció entenderlo y soltó una carcajada. Nos pidió el contacto (nos lo inventamos) y se fue a trabajar. Parece que muchos ven la oportunidad de venirse a Europa teniendo un amigo blanco que les pueda ayudar. ¡Poco podemos hacer!

Mezquita central

Les preguntamos a los chicos que más podíamos ver por aquí y nos dieron dos opciones. Una era la de ir al Gulkpe Naa’s Palace o Chief Palace que se encuentra muy cerca de la mezquita. Decidimos ir ya que no teníamos otra cosa que hacer y nos preguntaron si podían seguirnos. – ¿Por qué no? ¡Vamos!–  

Trata de un grupo de casas del estilo del norte de Ghana, estilo que ya vimos desde el taxi camino de Tamale y que veríamos más adelante. Estas casas están en mitad del centro de la ciudad y para el que no lo haya visto antes lo podrá hacer en Tamale. Nos adentramos y nos quedamos un rato observando el sitio mientras un grupo de 4 hombres estaba allí sentados tranquilamente. Nos paramos y fui a sacar la cámara para hacer una foto a las casas pero antes de que pudiera hacerlo los chicos nos dicen que un hombre de los que estaban sentados quería hablarnos, nos dimos cuenta que nos hacía aspavientos así que allá fuimos.

– ¿De dónde sois?

+ Yo español y ella belga.

– Aha, ¿en vuestro país también sacáis fotos a las casas de los demás sin permiso? 

+ Claro, siempre que te guste eres libre de hacerlo, no hay nada malo en ello.

– Aquí no- Dijo con cara seria.

Para aclarárnoslo vino un joven con perfecto inglés diciendo lo que pasaba. Al parecer hay que pedir permiso al chief (jefe) para poder hacer fotos y visitar el lugar, algo que ignorábamos totalmente, nos hizo sentir mal y si ya nos costaba sacar la cámara ahora nos costaría aún más, nos fuimos sin más, nuestra intención no era molestar. 

Y eso que no habíamos sacado ninguna foto, es más, no sacamos ni la cámara, él supuso que lo íbamos a hacer y estaba esperándonos para echarnos la bronca. En fin, las fotos y Ghana no se llevan bien y no porque sea fea precisamente.

Era el momento de despedirnos de los chicos con los que echamos un buen rato, por el momento no nos había pedido dinero ningún niño, algo que nos sorprendió positivamente. Solo sienten mucha curiosidad por los blancos.

Otra de las cosas curiosas entre tantas otras es la ausencia de perros, sin embargo no les faltan cabras. Hay cabras por todos sitios en Tamale. La gran mayoría no tiene dueño, son simplemente animales callejeros, ni perros ni gatos, solo cabras.

Volvimos al bar de Felix que nos dijo que abrían a las 9h de la mañana pero allí estábamos a las 10h y no había nadie que nos atendiera aunque sí se podía entrar. Aprovechamos para sacar unas fotos hacia el mercado e irnos.

Mercado de Tamale a lo lejos

El check-out del hotel lo teníamos a las 12 con lo que fuimos con tiempo para meter todo en las mochilas y salir a la estación donde teníamos que esperar el autobús. Una vez en la estación no sabíamos bien dónde esperar ya que hay varios lugares donde la gente espera. No ponía Mole en ningún lugar. Al parecer Mole National Park es conocido como “Game“, es así como se le conocía anteriormente, a pesar de ello seguíamos con la mosca detrás de la oreja y cada autobús que llegaba preguntábamos si era ese.

Así que si alguna vez vais de Tamale a Mole en autobús ya sabéis,esperad el autobús con destino “Game”,

Esperamos como dos horas por allí donde constantemente pasaban vendedores cargando montones en su cabeza con comida, bebida, ropa, gafas… de todo, un mercadillo móvil pasando a nuestra vera. En Ghana no hace falta ir al mercado, el mercado viene a ti.

El producto estrella es sin dudael agua. No sé cómo lo hacen pero aún haciendo 40 gradossiempre venden el agua fría. EnGhana el agua la suelen beber en bolsitas de plástico que se beben rompiendo una esquina con los dientes y empujando por abajo para que salga el chorro, es muy barato, a veces cuesta 0,10 o 0,20 céntimos de cedi para una bolsita de esas aunque la desventaja es que todo el suelo y la ciudad entera está minada de estás bolsas. Abajo Perrine se ofrece de modelo para enseñar lo que os digo :).

Bebiendo agua de una de esas bolsitas

Para el autobús tuvimos que pagar 2 cedis para meter nuestra mochila grande en el maletero, recuerdo que por los Balcanesnos pasaba lo mismo, no es algo que nos pillara de sorpresa. Además, te dan un ticket por ello con lo que sabíamos que no nos engañaban.

Serían unas 6 horas de viaje y llegaríamos ya por la noche a Mole si todo salía bien, en Ghana nunca se sabe con los autobuses, las averías no son algo anormal. El autobús iba prácticamente vacío y pudimos sentarnos donde quisimos, normalmente tenemos el número de asiento en el ticket. Nos pusimos atrás donde no había nadie para poder sacar fotos tranquilamente que ya iba haciendo falta. A falta de fotos a pie buenas son desde el autobús.

Esas mujeres poderosas
No hay excusa cuando se tiene un bebé, se lleva todo pa’lant

Por el camino vimos de todo. No era un viaje pesado para nada, sobre todo estando fascinado con lo que veíamos. Con este viaje descubríamos lo más profundo del país como meros espectadores. Veíamos la vida pasar en frente de nuestros ojos con la tranquilidad que te da estar sentado tranquilamente en el autobús.

Vimos poblados típicos ghaneses con esas casas típicas de esta región, vimos mucha pobreza y basura, vimos cadenas de gente con recipientes de agua en sus cabezas yendo y volviendo del río, vimos grupos de hombres con hachas cazando conejos, vimos nidos de termitas, algo que nunca había visto antes. En 6 horas da tiempo a ver muchas cosas.

Nido de termitas

De repente y sin casi darnos cuenta ya estábamos llegando a Mole National Park. Antes hicimos un par de paradas aparte de las que hicimos de rapidez para que se bajaran algunos. Damongo es una de las paradas principales. En estas paradas es cuando aprovechan los vendedores para venderte de todo a través de la ventanilla. Lo hacen incluso con el autobús en marcha, hay que ser rápido, darle el dinero y coger el agua o lo que sea de su cabeza o mano.

Mole National Park, ¡ya queda poco!

La última parada antes de entrar al parque nacional fue Larabanga, a tan solo unos kilómetros. Esta vez la parada fue más larga, el conductor fue a por su cena. Es la parada donde algunos entran para buscar turistas. Conocimos como a 4 jóvenes que venían de buen rollo, presentándose y contándonos cosas de voluntarios que habían estado por allí. Nos ofrecieron alojamiento (muy barato por cierto) y tours, no nos daban muy buena espina alguno de ellos. Para no hacerles el feo anotamos el número de teléfono y le dimos nuestro número ghanés, no sabíamos bien como lo íbamos a hacer al día siguiente para ver la mezquita de Larabanga que pensábamos venir a ver desde Mole, quizás nos servían de ayuda.

En Larabanga se bajaron los últimos pasajeros y nos quedamos nosotros dos solos con el conductor y su ayudante. A pocos kilómetros de Larabanga se encuentra la entrada al parque, siempre vigilada, donde nos teníamos que bajar del bus para pagar nuestra entrada, unos 30 cedis por persona cuesta. Tuvimos que registrarnos en un libro de visitas.

La última parada del autobús era ya en el hotel de Mole National Park. Íbamos sin reserva aunque eso no sería problema. Debido a nuestro bajo presupuesto (aún así estábamos gastando demasiado) nos conformamos con una cama en el dormitorio. 50 cedis por cama, encima deberíamos dormir en cuartos separados ya que los dormitorios de mujeres y hombres van separados. Un dormitorio de 8 camas que compartiría con un alemán entrado en edad.

La recepcionista del hotel era muy seca y le teníamos que sacar información a tirones, no era la primera vez que nos pasaba esto, ¡que paciencia hay que tener con algunos!

Para terminar el día cenamos en el restaurante del hotel, más barato y bueno de lo que nos habíamos esperado, un plato de patatas fritas y pescado por 4 duros. 

Cuando terminamos de cenar  y volvimos a nuestras habitaciones nos encontramos con una sorpresa, ¡había un antílope jeroglífico muy cerca del hotel! La cosa ya prometía y nos moríamos de ganas de hacer ese safari a pie a la mañana siguiente. Hora de salida, 7 de la mañana en recepción. ¡Tiempo de dormir! .. ¿o todavía no? A eso de la 1 de la mañana cuando ya había conseguido dormir venciendo al calor agobiante, entra un grupo de ghaneses encendiendo la luz y pegando gritos como si no hubiera nadie, iban a lo suyo. Menos mal que no tardaron mucho en meterse en sus respectivas camas, pusieron hasta colchones en el suelo de tantos que eran… en fin. Dormir en dormitorios tiene estas cosas y más si lo hacemos en países como Ghana…



Gastos del día:

Día 3:

Taxis: 9CD

Comida y bebida: 54.2CD

Autobus Tamale-Mole: 18CD

Entrada al parque nacional: 60CD

Hotel: 100CD

Total: 241.2CD = 62.5€ para dos personas


Entrada anterior del viaje: Días 1 y 2. De Acra a Tamale ¿Dónde nos hemos metido?

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