Cuba

Intentando viajar como cubanos, La Habana.

Con la misma ilusión y emoción de cada vez que cruzamos una frontera, llegábamos al loco aeropuerto de La Habana. Aquí ya daba la nota ese acento gracioso de los cubanos, un acento que se convertiría es uno de mi favoritos en Latinoamérica, siempre consiguen hacerme reír.

Entrada a Cuba con suspense

Llegábamos un poco achantados por lo que nos contaban y leíamos, al parecer no es fácil ser turista y mochilero de bajo coste en este país, tratar de viajar como un cubano es tarea muy complicada. Nosotros lo teníamos claro, veníamos a Cuba para viajar como ellos lo hacen, intentaríamos evitar todo lo posible las trampas para turistas, por muy difícil que fuera. Sobre todo en el tema de comida y transporte. Un cosquilleo recorría nuestras entrañas.

Estad atentos al siguiente párrafo, puede llegar a ser lioso pero es importante si vienes a Cuba y quieres ahorrarte unos euros:

Cuba es un país que utiliza dos monedas diferentes: Una es la moneda nacional (CUP) y la otra es la moneda convertible o divisa (CUC). Un CUC equivale prácticamente a 1$ americano o 25 pesos cubanos, como veis, la diferencia es bestial, sobre todo sabiendo que a veces a los extranjeros se les cobra 1 CUC cuando en realidad es 1 CUP (estamos hablando de 25 veces más).  

Lo primero que hicimos fue cambiar 50€ a pesos cubanos (CUC) en el mismo aeropuerto (nos dieron 52CUC) y de los esos cambiamos 10 CUC a CUP, es la única manera de conseguir pesos cubanos, la clave para pagar mucho menos dinero en este país caribeño. Recuerda: de dólares o euros a CUC y los CUC a CUP para obtener pesos cubanos, no te ponen ninguna pega en adquirirlos y se pueden conseguir oficialmente. Algunas cosas como el alojamiento no te queda otra que pagarlo con CUC.

Como llegar del aeropuerto al centro de Cuba por 0,4 céntimos de euro

El primer obstáculo lo teníamos nada más salir del aeropuerto. Como llegar al centro de La Habana sin tener que pagar 25-30 € de taxi. Preguntamos sin vergüenza alguna a uno de los taxistas, que para nuestra sorpresa, nos comentó que justo al lado de ellos se tomaba un autobús con nombre de ‘Conexión’ el cual en 5 minutos nos dejaba en Boyeros, un barrio cercano al aeropuerto. Desde allí cogeríamos la línea de guagua (como llaman al autobús en Cuba) que nos dejaría en el mismoCapitolio, centro de La Habana. Existen también otras lineas que te llevan a diferentes partes de La Habana.

Tras esperar como unos 20 minutos en la supuesta parada de autobús preguntamos a un limpiador de por allí para que nos lo confirmara, empezábamos a dudar si el taxista se había quedado con nosotros. No sólo nos lo confirmó si no que nos dijo que el autobús cuesta MEDIO peso nacional (0,2€ !?!). Al decirle que sólo teníamos billetes de 20 CUP nos dio un billete de 5 pesos cubanos para utilizar, ya que el chófer no aceptaría un billete tan grande (un billete grande aquí tienen el valor de menos de 1€). ¡Va y nos regalaba 5 pesos cubanos para poder subirnos! Mi idea sobre los cubanos cambió con un pequeño gesto que significó mucho para nosotros. 

Carteles sorprendentes del comunismo de Fidel

La guagua de la línea P12 que va a La Habana nos costó otros 2 céntimos de € pero pagando un precio, el del agobio. Este autobús iba a rebosar y con nuestras mochilas siempre estábamos en el camino de alguien. Aún así, mereció la pena habernos ahorrado los 25-30€ del taxi. En total para los dos fueron 2 pesos cubanos que en realidad lo pagamos con los 5 que nos dieron en el aeropuerto, es decir, llegamos con 3 pesos más.

De esta manera nos metíamos de lleno en lo que es la Cuba de la vida cotidiana, en ese autobús solo había cubanos los cuales se preocuparon por nosotros preguntándonos si sabíamos donde teníamos que bajarnos. Fue fácil, era la última parada. 

‘Helmano, welcome to La Habana’

Tras recibir la bienvenida de algunos cubanos que nos veían con las mochilas, llegamos a la tierra prometida de La Habana.

Ya en el famoso capitolio nos pusimos a buscar alojamiento. La forma ‘barata’ de dormir en Cuba es yendo a ‘casas particulares’, están por cada rincón de la ciudad. El truco es mirar en las casas por la calle y buscar el cartes de ‘Arrendador de divisa’ que les identifica como tal. Si preguntas en la calle seguramente te salga algún iluminado que te lleve a alguna con comisión de por medio, saliendo así más caro.

Cartel en las casas particulares. Fuente: Wikkicommons

Cerca del barrio chino, en un parque llamado ‘El Curita’, dimos en la diana. Una afrocubana nos recibió y enseñó su cuarto. Su precio era de 25 CUC pero negociamos hasta que nos lo bajó a 20 si nos quedábamos 3 noches (aún eramos novatos en negociar). La habitación tenía baño, a/c y una buena cama, todo bastante nuevo con una ubicación muy buena, entre la ciudad vieja y zona centro

Estábamos cansados y no teníamos ganas de andar buscando más, la primera fue la ganadora. Ese día saldríamos para cenar cerca del barrio chino. Las pizzas y espaguetis es de lo más barato que te puedes encontrar en La Habana, a diferencia de México que es un lujo.

Ya teníamos elección para esa noche, nos dimos cuenta de que era algo de lo que nos acabaríamos hartando. Nos aseguramos que la carta fuese en pesos cubanos y nos sentamos, el precio de aquel lugar es ridículamente barato y estaba bueno. No parecía se tan difícil encontrar un lugar donde te den comida a precio cubano, como nos habían avisado. Supongo que era porque estábamos fuera de la ciudad vieja.

Entrada al barrio chino, cerca de nuestra casa particular

El ambiente lo sentimos directamente muy diferente al de México. La gente aquí parece ser más dicharachera, alegre y bromista. Son gente alta y fuerte en general, te das cuenta sobre todo tras venir de un país como México donde son más chiquitos. La gente que predomina es de descendencia africana o española, con sus cruces respectivos. El ‘prototipo’ indígena no existe en Cuba, estos fueron exterminados por nuestros antepasados.

A la mañana siguiente descubrimos el mundo de ‘las ventanillas’. En ellas puedes encontrar para comer bocadillos por 5, 10, 15 o 20 pesos cubanos (recuerda, 1 dólar o CUC = 25 pesos cubanos), algo realmente barato y la verdad es que están buenos. Suelen tener bebidas como jugos o minicafés azucarados que tienen en termos, cafés que son como un chupito de cafeína con 2 kilos de azúcar, está bien para despertar y sólo cuesta 1 o 2 pesos CUP.

El mini café típico cubano

Desde ese momento, las ventanillas se convertirían en nuestro lugar de desayuno fijo para este viaje donde suele haber otros cubanos con los que echarse unas risas. Otra cosa de las que nos alegramos fue que no utilizan materiales desechables ‘para llevar’. Te lo tienes que tomar allí mismo, no se crea basura. Para ellos es un atraso pero para nosotros fue una grata sorpresa, quizás sea por ello que las calles cubanas no están tan impresentables como los demás países vecinos. Aquí las bolsas de plástico se venden en la calle como algo inusual. Si por ejemplo vas a la panadería, te llevas la barra en la mano.

Visitando ‘La Habana Vieja’

Tras las primeras adaptaciones, nos dispusimos visitar el centro histórico o Habana vieja, un lugar patrimonio de la UNESCO del que todo el mundo habla maravillas.

Cerca de nuestra casa particular se encuentra el famoso Capitolio, un edificio de arquitectura muy similar al capitolio de San Francisco, de EE. UU., no creo que sea casualidad. Cerca de este edificio se encuentran una serie de edificios muy sorprendentes como el Gran Teatro de La Habana ‘Alicia Alonso’ situado en la impoluta calle de MartÍ, nombre que a partir de ese momento estaría presente hasta en las sopas cubanas, más que incluso el Ché.

Por aquella zona es donde se reúnen los taxis que dan vueltas por la ciudad a los guiris. Una de las actividades más comunes para hacer en esta ciudad. Soncoches ‘vintage (para nosotros, para ellos están a la orden del día) que tienen muy bien cuidados, la mayoría descapotable. Si hay una cosa que aprendimos es que en Cuba, quien dispone de un coche, dispone de una mina de oro.

El precio para darte una vuelta por los monumentos más representativos de La Habana es de 25 CUC por hora… Algo inalcanzable para nuestros bolsillos, por muy tentativo que nos resultara. Lo de los coches en Cuba es algo que hace el país luzca muy diferente, sus carreteras son museos de coches en vivo, es una auténtica pasada. Si en México me llamó la atención, Cuba me estaba dejando anonadado. Es como volver al pasado cuando paseas en una de las calles de La Habana.

La calle más animada de la Habana Viejala encontramos en la calle peatonal decalle Obispo. Una calle repleta de gente que cruza esta zona al son del ‘Chan chan’ hasta llegar a una de sus plazas más centrales llamadaPlaza de las Armas,en ella venden libros antiguos relacionados con la revolución y la historia de Cuba, cerca de la plaza pudimos observar el Castillo de la Real Fuerza. 

Mister elegante, el cobrador de fotos:

Cerca se encuentra laPlaza de la Catedral donde evidentemente se encuentra una gran catedral, donde también te encuentras con el Palacio del Conde Lombillo. De camino a ella nos paróun trio musical callejeroque empezó a improvisar con ritmos cubanosque salían de sus instrumentos con frases dedicadas especialmente a Perrine. No deberían de tener menos de 70 años. Tras reírnos a carcajadas con su improvisación dejando a Perrine con los mofletes más rojos de los que ya los tiene de fábrica, se ganaron su merecida propina.

Musicantes callejeros

La Catedral

En la plaza de la catedral se reúnen vendedores, perros callejeros y bandas de turistas de cruceros. Junto a la plaza pasamos por el bar más famoso de La Habana llamado ‘La Bodeguita’ donde no se podía entrar de lo lleno que estaba, solo pudimos ver como los camareros no daban abasto poniendo mojitos a mansalva. Sabíamos que era un popular¡pero no tanto!

Las cazaturistas de la plaza de la Catedral
La Bodeguita
Comprando en las calles de la Habana Vieja

Vimos por fuera el bonito edificio del Museo de La Revolución, para entrar te cobran 8 CUC por persona.

Cruzando por elParque 13 de Marzollegamos a parte delmalecón (paseo marítimo) donde se ve la fortaleza al otro lado del mar llamadoSan Carlos de la Cabaña.

En La Habana Vieja es muy complicado encontrar un lugar en el que comer a un precio razonable con lo que no nos quedó otra que preguntar a cubanos de calle tras estar un buen rato buscando. Fue así como nos cruzamos con Rudy, un afrocubano que nos quería llevar a un lugar cubano de comida criolla (el arroz y carne, comida por excelencia cubana) a un precio para cubanos. Se encontraba en una paralela de la calle Obispo. Rudy es un conductor de Cocotaxi (una especie de TukTuk redondo), el típico cubano saleroso. Al llegar vimos que estaba lleno de cubanos en las demás mesas y pensamos, ‘aquí va a ser‘. 

Al mirar la carta que nos trajo nos llevamos las manos a la cabeza, el plato de comida estaba como mínimo a 5 CUC, ¡Hasta el restaurante más cutre tiene una carta para extranjeros! El cartel de afuera era con precios para cubanos y los platos estaban a 1 CUC o 1 CUC y pico. Enfadados, cogimos y nos levantamos. La dueña, al ver que salíamos, preguntó qué ocurría,  provocando que la echáramos una mirada infernal. La dueña lo entendió y parece ser que tuvo compasión accediendo finalmente a que pagáramos en pesos cubanos, ¡vaya diferencia! Comer barato en La Habana se estaba convirtiendo en todo un reto que superábamos a duras penas. 

Sería la ultima vez que comiéramos en esta parte de la ciudad. Nos dimos cuenta de que toda La Habana Vieja es una trampa turista a pesar de su belleza y ambiente sin igual. Se entiende perfectamente por otra parte pero le resta bastante autenticidad.

En otra parte de la ciudad vieja y desde la Plaza de las Armascaminamos por la bonita calle oficios que nos llevó por lugares como laPlaza San Franciscocon su granBasílica de San Francisco de Asís. Desde allí continuamos hasta laCasa Museo de Von Humboldtdonde cogimos la calle para entrar a la famosa Plaza Vieja, uno de los puntos de reunión de cubanos y turistas. Me llamó la atención la escultura tan extraña que tienen en mitad de la plaza.

Plaza Vieja

Para el atardecer no hay mejor opción que dirigirte hacia el Malecón por su cuidado Paseo del Prado donde al final de la calle te encuentras con un atardecer ya mítico entre los cubanos. Una estampa preciosa con el skyline habanero al fondo. El mejor lugar es junto al Castillo de San Salvador de la Punta. Eso sí, tendrás que lidiar con algunos cubanos caza turistas.

Vistas desde el Malecón

Plaza de la Revolución

Para llegar a este lugar un poco alejado de la zona centro de La Habana tuvimos que tomar una guagua (de los de medio peso cubano) que nos dejaría cerca de esta plaza tan significativa del pueblo cubano. Trata de un monumento realmente feo en una plaza muy amplia dedicado al ilustre poeta y héroe cubano José Martí, el creador del partido revolucionario. En los alrededores se pueden ver en la fachada de unos grandes edificios, las figuras de los personajes importantes de la revolución cubana como sonEl Ché y Camilo Cienfuegos. Lugar fotogénico, sobre todo cuando pasan los coches antiguos por delante.

Hasta la victoria, siempre:

La otra Habana, el verdadero centro.

Aunque no esté tan cuidado como la Habana Vieja, es una parte que me gustó patearme. Una Habana más real sin todas las florituras y trampas que te encuentras en la Habana Vieja. Desorden, ruido, gente por todos lados, mercados, restaurantes, puestos callejeros que se pagan con CUPs y rincones que realmente merecen la pena de visitar. Aquí nos sentimos más ‘en casa’. Las casas particulares pueden llega a ser más económicas en esta parte.

La esencia de la Habana centro
El Ché presente en cada rincón

Pateamos su centro y llegamos hasta su bonita Universidad de la Habana que está situada en una colina. Allí pudimos hablar con un profesor que daba clases allí mismo el cual se interesó por nosotros. Otro lugar muy peculiar en esta parte es el curioso Callejón de Hamel, una calle donde muchos artistas exponen su arte. Sus paredes son una obra de arte en sí. Allí mismo, si tienes suerte, se pueden ver actuaciones de baile y música mientras te bebes un mojito ‘algo más barato’, creo que coincide cuando traen a algún grupo de crucero.

Así se ponen los precios en las tiendas cubanas cuando es en CUP

Calle de Hamel

Tiene calles interminables como el Boulevard de San Rafael por la que te encuentras con el concurrido Parque Fe del Valle, en él los cubanos tratan de conectarse a internet, es como estar en una gran quedada. 

La Calle Neptuno es otro de los nervios principales de la Habana centro. 

En el Barrio chino también se puede comer muy bien si te sales de su calle principal, es un lugar muy curioso en esta ciudad que merece la pena darle un paseo. 

Al otro lado de la Bahía de La Habana

Otro lugar top es el otro lado de la Bahía de La Habana, la parte de las fortalezas y museos. Para llegar allí se toma una embarcación cerca de la Catedral Ortodoxa o Museo del Ron en donde según les parezca te cobran en CUC o en CUP, hay que tener siempre cuidado. En un rato te dejan al otro lado. 

Vista desde el barco partiendo con vistas a la Catedral Ortodoxa

Una vez en el otro lado subimos unas cuestas hasta llegar al famoso mirador de Cristo de La Habana de donde se tienen unas vistas preciosas de la Habana Vieja. Desde el mirador fuimos caminando por el Castillo de Carlos de la Cabaña para conocer un poco la zona, tiene una parte donde se exponen artefactos y vehículos de la guerra gratuitamente.

La conclusión que sacamos de estos días por la capital cubana fue positiva. La verdad es que nos enamorábamos a pasos agigantados del país, su gente y esa sensación de seguridad que no teníamos en México en múltiples ocasiones. Nos habían metido miedo de que iba a ser muy caro y difícil de viajar como un cubano pero lo llevábamos bien, le estábamos cogiendo el truco antes de lo esperado, veríamos a ver como nos iba a ir por el resto del país en la ruta que teníamos pensada. Próxima parada: Santa Marta (Varadero).

Pos anterior del viaje: Isla de Holbox, nuestros primeros pasos por el Caribe.

Siguiente post del viaje: Próximamente.

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One thought on “Intentando viajar como cubanos, La Habana.

  • Gracias por la información , muy explicito todo , se que me ayudara mucho !!! pronto pisaré tierra cubana , saludos desde Barranquilla – Colombia

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