Los Ángeles, Death Valley, el Gran Cañón, Zion, Bryce. La lista de mis deseos viajeros cumplidos iba tomando grosor mientras viajábamos por este rincón del inmenso país que compone Estados Unidos. Tocaba el turno de ir a otro de los lugares con nombre en mayúsculas marcado en nuestro mapa y en el mapa de la mayoría de los viajeros, estamos hablando del Monument Valley.
Para ello volvimos desde Kanab pasando otra vez por Page para ir dirección oeste, nunca está demás ver los paisajes que se ven en este trayecto desde el parabrisas del coche, un constante deleite para lo ojos. Monument Valley se encuentra prácticamente en la frontera entre Utah y Arizona, en la zona del Four Cornes, una región con mucha tradición indígena. Fueron algunas horas conduciendo por carreteras aburridas una vez entrados en el territorio indio navajo que existe por aquí, un territorio más plano y sin mucho que ofrecer. La cosa es que estábamos un poco malacostumbrados después de haber conducido por paisajes tan alucinantes.
A ambos lados de la carretera se encuentran los indígenas navajos con sus típicos puestos donde venden souvenirs creados por ellos mismos. Suelen ser colgantes, pulseras, pendientes creados con bonitas piedras extraídas de su territorio. Algunos sin embargo crean obras de arte como pinturas, artefactos y armas artesanales que siempre han utilizado ellos como los machetes o los arcos con flechas decorados de una forma tradicional. Sus puestos siempre se distinguen por su bandera roja-blanca-azul que tanto me recuerda a la holandesa, no puedo decir con certeza que representa dicha bandera, Mr. Google no me ha podido ayudar.
Son gente que vive junto a la civilización blanca pero que sin embargo se intenta mantener un poco al margen. Promueven sus propias reglas y derechos legales que disfrutan de algunas facilidades por ser la verdadera civilización americana, es como una especie de civilización que quiere conservar sus costumbres como siempre lo ha hecho sin dejar que los blancos influyan demasiado. No obstante, el alcohol, el juego de azar y otros malos hábitos que vienen de la raza blanca es común entre ellos y hace estragos en su sociedad.
Monument Valley se encuentra también en territorio navajo pero esta vez no tan aburrido como la parte que hicimos horas atrás, esta vez estamos hablando de un paisaje único de película, un paraíso para todo fotógrafo. Jugar con la sombras, los tonos rojos y ese azul tan puro en el cielo, solo hay que esperar al atardecer o madrugar para tener una luz que hará deleite de tus fotos
Vista famosa que se puede tener desde el centro de visitantes |
Monument Valley es uno de esos lugares que te dejan con la boca abierta. Ya acercándote al lugar donde se concentran estas formaciones rocosas se divisa a la lejanía estas rocas gigantescas que rompen el plano horizonte. Como Antelope Canyon es tierra regentada y conservada por navajos los cuales han creado una especie de paraje tribal el cual protegen de esta forma desde 1964. Para entrar tuvimos que cruzar una barrera donde te cobra la entrada de 20 dólares por vehículo. Dentro hay un centro de visitantes y un museo. La visita trata más que nada en conducir 17 millas (unos 27 km) entre estas formaciones rocosas que parecen que lo han puesto de decorado para una película. Por cierto, por aquí se han grabado escenas para películas como Regreso al futuro II, Forrest Gump, 2001 Odisea en el espacio entre otras múltiples largometrajes del estilo western.
El trayecto del “Valley Ride” es todo por un camino de tierra que bien podría estar mejor cuidado para lo que se paga y que te deja el coche cubierto por una capa roja si no algo peor, si vas con cuidado y sin prisa se puede hacer con un coche normal, simplemente hay que tener cuidado. Pero toda penuria merece la pena cuando conduces por este paisaje sacado de otro planeta. Durante la ruta hay varios miradores y puedes parar donde mejor te venga en gana. Había bastante gente pero todavía había sitio en los que estábamos solos, se podía estar a gusto a estas alturas de la temporada.
Cada roca tiene su nombre y descripción en un folleto que te dan, simplemente buscan a lo que se pueda parecer, pura imaginación, el caso es que suelen acertar. Nosotros lo disfrutamos a nuestro ritmo, parando prácticamente en cada lugar que podíamos hasta el atardecer. En uno de estos miradores conocido como John Ford’s Point te dan la oportunidad de hacerte la foto igual que Ford como en la película, o sea, subido a un caballo que tienen por allí y yendo a la misma roca donde se tomó la escena. Una turistada que tiene su punto de gracia y que cuesta 5 dólares.
Para dormir nos fuimos al norte, entrando de nuevo al estado de Utah, donde leímos que se encuentra otro lugar muy similar a Monument Valley, con la diferencia de que este es totalmente gratuito y nada turístico, es más, se permite hacer acampada libre gratuita, perfecto para nosotros que iríamos a pasar la noche allí. Era ya oscuro cuando llegamos y pasamos antes por Mexican Hat, una pequeña localidad conocida por una formación rocosa con forma de sombrero mejicano.
El sombrero mejicano que da nombre al poblado |
El lugar en el que dormimos esa noche fue uno de los mejores en los que habíamos estado hasta el momento, como de costumbre bajo un mar de estrellas y rodeados de formaciones rocosas imposibles. Nos guardamos la visita para la mañana siguiente en la que haríamos las 17 millas de camino de tierra que dura el recorrido en coche. Estábamos totalmente solos allí.
Nuestro hotel para la noche |
El Valle de los Dioses es una zona que cae bajo tierra perteneciente a BLM, de ahí que se pueda acampar gratuitamente. A diferencia de Monument Valley que pertenece a los navajos, aquí si se puede hacer senderismo y backcountry (una ruta de varios días) sin restricciones, una joya escondida del turismo que se va haciendo cada vez más popular. Nos limitamos a hacer el scenic drive por este conjunto de rocas de inmensas dimensiones, todo es camino de tierra pero sorprendentemente en mejores condiciones que el Monument Valley que es de pago, también de 27 km pero no en lazo, el camino te deja en otra carretera diferente.
Valle de los Dioses |
Si ha hecho mal tiempo en los últimos días no se recomienda ir en automóviles de tracción de sólo dos ruedas, para ello se requiere un 4×4 ya que puede haber demasiado barro o riadas cortando el camino, como en muchos de los tantos caminos de tierra que tiene Estados Unidos. Es por eso que se ven tantas rancheras por aquí. Cruzando la frontera cerca de aquí y según el sitio de México seminuevos.com las personas cada vez compran más vehículos 4×4, ideales para quienes quieren empezar con este tipo de aventuras. Algo muy diferente en nuestro países europeos.
Teniendo nuestro coche normal y corriente nos impidió ir a sitios que queríamos visitar de difícil acceso como por ejemplo a Grand Staircase-Escalante National Park. Tampoco existe ningún tipo de servicio, la cosa está entre tú y la naturaleza salvaje.
Como nota curiosa, aquí se han grabado escenas de algunos episodios de la serie Doctor Who y alguna que otra película.
Uno se pregunta como se puede mantener algo así en pie |
En medio de el Valle de los Dioses |
Tras hacer los 27 km que tiene de largo la carretera salimos hacia una carretera general que yendo hacia el norte te lleva hacia las alturas desde donde se tienen una vistas preciosas de todo el Valle de los Dioses, es una carretera de tierra y muy muy empinada que se tiene que hacer a 20-30 por hora pero merece mucho la pena.
El Valle de los Dioses desde las alturas |
Salimos de allí y seguimos nuestra ruta hacia el este pasando por la histórica localidad de Bluff, una pequeña localidad de unos 300 habitantes situada al sur de Utah que dispone de servicios básicos (no hay mucho más por aquí) y que destaca por su Bluff Fort. Un lugar donde conservan edificios y hogares indígenas en una clase de museo al aire libre gratuito.
Montañas de San Juan del estado de Colorado |
Explica la curiosa historia de un grupo de 230 mormones que vinieron desde el centro del estado de Utah en 1880 en la llamada expedición de San Juan con la intención de crear una comunidad de agricultores en tierras del sureste de estado. Lo hicieron a través de una ruta llamada Hole in the Rock tras descartar otras dos rutas mucho más largas. El problema de la ruta que eligieron fue que unos grandes acantilados de roca impedían el descenso al Cañón de Glenn. Encontraron una grieta en la roca del acantilado por la que podrían para descender hasta el lago que llamaron “the hole in the rock -el agujero en la piedra-“, para ensanchar la grieta estuvieron meses trabajando para que pudieran pasar, llevaban consigo un ganado que llegaba hasta 1000 animales. Al pasar por la actual Bluff decidieron asentarse en la región. Es una ruta que han utilizado desde entonces para el suministro de bienes conectando estos dos puntos de Utah. Hoy en día esta ruta llamada Hole in the rock Trail se puede hacer y en ella se pueden ver aún los restos del trabajo que hicieron, sobre todo donde se abrieron camino en el acantilado.
Carro típico en Bluff Fort |
Bluff fue una buena parada entre nuestros objetivos del día, el siguiente sería ir hasta el único punto en Estados Unidos donde se cruzan cuatro estados. Algo así tan especial geográficamente hablando no me lo podía perder estando tan cerca, estas rarezas son una de las cosas que más me gustan visitar cuando viaje y esta no iba a ser menos.
Lo llaman Four Corners -las cuatro esquinas-, de ahí que a esta zona la llamen así mismo. Se relaciona a los nativos americanos porque toda esta zona está mayormente anclada en territorio indígena. Muchos lugares de interés turístico como estos están bajo poder indígena con lo cual significa tener que soltar billete para ver algo. La entrada para ver los Four Corners fue de 5 dólares por persona. Los cuatro estados que se cruzan en este lugar son Utah, Arizona, Nueva Mexico y Colorado. Han montado un “chiringuito” con banderas y muchos puestos de souvenirs de los navajo. Hacerse una foto tocando los cuatro estados era el objetivo de todos aquí con lo que si te encuentras con mucha gente la espera puede llegar a ser bastante desesperante. No es solo lo geográfico lo que une a estos cuatro estados, también lo hace la Meseta del Colorado y la tradición nativo americana.
Meseta del Colorado |
Nuestras andanzas de idas y venidas entre la frontera de Utah y Arizona terminaban aquí. Aprovechamos estando en los cuatro estados para decir hasta nunca a Arizona , hasta pronto a Utah y hola k ase a Nuevo Mexico por donde entraríamos y pasaríamos nuestros siguientes días de esta emocionante aventura por los Estados Unidos.
Pos anterior del viaje: Las mil y una columnas de hadas de Bryce National Park
Siguiente post del viaje: La cultura chaco bajo una tormenta sahariana en Nuevo México