Salíamos hacia un país nuevo, ¡qué ilusión! Me encanta la sensación de cambiar de país y de ir a lo desconocido, aunque sea una cultura parecida a la nuestra. Siempre hay grandes diferencias, y esta es, precisamente, una de mis grandes razones para viajar. Descubre en este post qué ver y hacer en Maribor y Ptuj.
Me encanta aprender de lo diferente, como también que ellos puedan aprender de mi cultura. A los locales del país también suelen gustarle observarnos y curiosear, aunque esa sensación la tengo más presente en países como la India, como es lógico. En este post me centraré en nuestra experiencia y en qué ver y hacer en Maribor y Ptuj.
Desde Graz (Austria) hasta Maribor (Eslovenia)
Para cambiar de país, primero nos subimos a un autobús en la estación de Graz que nos llevaría hacia Maribor (Marburgo, en español), una ciudad que no es muy conocida ni turística de Eslovenia. Tampoco es que sea la región más espectacular de las que esconde este maravilloso país; sin embargo, también ofrece cosas muy interesantes que veréis en esta publicación.
A esta región se la conoce como Baja Estiria, y Maribor es su capital. También iríamos a Ptuj (pronunciado Putui, ya que la “j” en esloveno [y otros idiomas eslavos] se pronuncia como una “i”), situada a escasos kilómetros. Nos atraía mucho la idea de poder conocer esta parte y, como nos pillaba de camino en nuestra ruta, no podíamos desaprovechar la ocasión. La gente tiende a ir directamente a Bled o Ljubljana, aka parte turística de Eslovenia, nosotros le daríamos una oportunidad al desconocido norte del país.
Como acostumbrábamos a hacer en este viaje, reservamos un lugar en el que dormir con un día de antelación. Esta vez nos tocó en el mismo casco antiguo del centro de la ciudad, parece que no había algo más barato. Eslovenia no es un sitio barato en el que dormir comparado con sus vecinos del sur, es decir, no es la parte económica de los Balcanes, y eso lo comprobaríamos desde el momento en que pisamos Maribor, bueno, en realidad desde el momento en el que reservamos el hotel desde Graz.
¿Pero Eslovenia es parte de los Balcanes o todavía no?
Eslovenia le íbamos a dedicar el tiempo que se merecía, tras los pasos acelerados por Eslovaquia y Austria, nos apetecía conocer un país más a fondo. En realidad era la idea principal de este viaje, conocer los Balcanes a fondo, pero nos salió un vuelo barato a Eslovaquia y lo aprovechamos (también para visitar a nuestros amigos eslovacos que conocimos en Tonga).
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Esta región de Eslovenia no pertenece geográficamente a los Balcanes, aunque Eslovenia se considera en conjunto como parte de esta península, apuntar también que este país forma parte de la zona Euro.
También formó parte de la antigua Yugoslavia; Eslovenia fue el primer país en separarse de esta unión que tantas guerras provocó, aunque la separación de Eslovenia fue una de las menos sangrientas, explicaré más sobre ello en la publicación de su capital, Ljubljana.
Ahora sí, llegada a Maribor
Maribor también se conoce por ser la segunda ciudad más grande de Eslovenia. En realidad solo la conocía porque su equipo de fútbol había jugado recientemente en la Europa League contra el Sevilla. ¿Que te crees, que el fútbol es solo ver jugar a gente dándole patadas a un balón? La de nombres de ciudades que habré aprendido gracias al fútbol no está escrito.
Con las mochilas a cuestas, fuimos en busca del hotel. El autobús nos dejó en la otra punta de la ciudad y estábamos más perdidos que el barco del arroz. No me gusta sentirme observado por los locales cuando vamos con las mochilas, es cuando más guiri me siento; eso, y cuando saco mi camaraca.
Llegada al hotel
Nos recibió un hombre que me hizo recordar a los buenos jugadores de baloncesto eslovenos. El típico con la cabeza rapada al cero y con facciones de la cara muy balcánicas (por decirlo así). Saqué mi mejor eslovaco que aprendí al principio del viaje (es prácticamente igual), e intenté comunicarme con él.
Yo: Dobre dan, rezervacija nocij your hotel (literalmente: Buenos días, reserva noche your hotel… en plan robot con acento malagueño)
Recepcionista: Huh? (cara de circunstancia).
Yo: Mmm (bloqueo mental… ¿cómo se lo digo?).
Recepcionista: You have a reservation for tonight, right?
Yo: Oh, yes! So do you speak English?
Recepcionista: Sure, I’ve been living in London for 5 years.
Yo: Right…
Subestimé el nivel de inglés en Eslovenia y quedé como un lila.
Más tarde me daría cuenta de que son bastante buenos con este idioma. El esloveno es bastante similar al checo/eslovaco y corríamos ligera ventaja a pesar de que, aún así, guardan muchas diferencias entre ellas.
En definitiva, se trata de lenguas eslavas. Digamos que tienen diferencias como entre el español e italiano, por ejemplo. Ya aprendimos bastante en Nueva Zelanda con los checos/eslovacos que conocimos allí y lo mejoramos, como dije antes, en Bratislava. Le estábamos cogiendo el gustillo al idioma y cada vez podíamos decir más palabras.
Qué visitar en Maribor
Una vez en nuestro hotel, nos pusimos a analizar lo que queríamos hacer en la ciudad. El hotel era en realidad un apartamento con varias habitaciones, más lujoso de lo que habíamos imaginado. Se encontraba en pleno centro, en una calle muy animada, donde los eslovenos mariborneses (marcada mía que igual hasta acierto) se gastaban sus euros en las terrazas. Además, el tiempo era inmejorable, otoñal y soleado, una de mis combinaciones favoritas.
A la pregunta de: ¿qué visitar más en Maribor? Tengo que decir que tampoco es que sea una ciudad muy grande y haya mucho, pero lo que hay es bonito. Lo recomiendo por ser una ciudad bastante acogedora, tranquila y auténtica, además de ser de las más importantes del país, aunque supongo que todo lo vimos más bonito por el buen tiempo que tuvimos. Cada experiencia es un mundo. Os dejo lo que destaco de nuestra visita:
Plaza mayor de Maribor o la Glavni trg
La plaza mayor de Maribor, o Glavni trg, se encontraba a pocos pasos de nuestro hotel, un lugar con edificios preciosos. Entre ellos, destaca el Ayuntamiento y la columna de la peste, situada en medio.
Se trata del corazón histórico y punto focal de la ciudad de Maribor. Esta plaza es uno de los espacios públicos más importantes y pintorescos de la ciudad, que ha sido clave para eventos, actividades sociales y culturales a lo largo de los siglos. Según nos contaron, durante el invierno, la plaza se transforma en un mercado navideño lleno de luces, decoraciones y puestos que venden artesanías y alimentos tradicionales, tiene que estar muy bien visitarlo durante esta época, ¡promete mucho!
Columna de la peste
Sería el inicio de nuestro descubrimiento de las columnas de la peste, una columna barroca que, en esta ciudad, se erigió en 1681 en agradecimiento por haber escapado de una devastadora epidemia de peste. La columna está coronada por una estatua de San Roque, el patrón contra las enfermedades contagiosas. Me pareció verla también en Viena y Graz.
Mezcla de arquitecturas de los edificios de la plaza
Los edificios que rodean la plaza representan una mezcla de estilos arquitectónicos, que van desde el Renacimiento hasta el Barroco y el Clasicismo. En esta plaza también se encuentra el Ayuntamiento de Maribor, un impresionante edificio de estilo renacentista que alberga importantes instituciones culturales y administrativas. En el lado sur se encuentra la Torre Judía, que es una muestra de la antigua muralla de la ciudad que sirve como un recordatorio de la historia judía de Maribor.
Parada gastronómica básica, el burek
Nos cruzamos con lo que, a primera vista, nos pareció un Burger King, nada más lejos de la realidad, se trataba de, léase bien, un Burek King. El logotipo lo habían copiado a base de bien, y nosotros nos descojonamos in situ.
El burek es la comida típica de los Balcanes que conocerás directamente si viajas a cualquier país de esta península, será parte de tu vida, como lo fue para las nuestras.
El burek sería nuestro mejor amigo durante el largo viaje de 2 meses, raro era el día en el que no nos comíamos uno de ellos, nos hizo ahorrar mucho. Los hay rellenos de queso, carne encebollada o espinacas. Barato, fácil y rápido, sobre todo para desayunar con un vaso de yogur blanco o ayran para beber. Esta comida proviene de cuando el imperio otomano conquistó estas tierras.
Paseo por el río Drava, una de las cosas qué ver y hacer tanto en Maribor como en Ptuj
Desde la plaza principal bajamos hasta el río que se encuentra cerca, el río Drava de 750 km de longitud. El Drava tiene su origen en los Alpes italianos, en la región de Tirol del Sur. Fluye hacia el este a través de Austria, formando parte de la frontera entre Italia y Austria en sus tramos iniciales. Tras cruzar a Eslovenia, el Drava fluye a través de la ciudad de Maribor, y luego continúa hacia el sureste, pasando por otras ciudades y pueblos eslovenos.
Barrio Lent
Lent se encuentra a orillas del río Drava y alberga una serie de edificios históricos y monumentos que reflejan su rica historia. Entre ellos se encuentra la Torre de Agua, una torre defensiva medieval que solía formar parte de las murallas de la ciudad. También puedes encontrar casas de estilo arquitectónico tradicional esloveno, que dan un toque especial y auténtico al lugar.
El Puente del Viejo Molino es una estructura icónica en este barrio. Se construyó en el siglo XIX y conecta Lent con el centro de la ciudad. Este puente peatonal es un lugar popular entre los lugareños y turistas, y desde él se obtienen unas vistas del río y de la ciudad excelentes.
Por el barrio también nos encontramos con un mercadillo de productos caseros, de granjeros y otros oficios de productos de la tierra. Además, había lugares con manzanas que se podían coger gratis. Vimos uno en la plaza principal y otro por este mercado. Eran pequeñas, pero estaban muy buenas y eran gratis, me encantó.
Tranquilos, no somos unos abusones y solo cogimos un par, ¿qué os creíais?
Se trataba de la semana ecológica, o algo así trató de explicarme un esloveno ante mi curiosidad. Los eslovenos quizás sean un poco distantes, pero siempre están dispuestos a ayudarte, al menos con los eslovenos que me encontré. Por el río nos encontramos con música y gente vestida de forma tradicional. Se celebraba como una especie de carrera de barcas, que remaban con la persona en pie al más puro estilo veneciano, algo que parece que también es algo típico de aquí. La mayoría eran ancianos, que son los que más guardan estas tradiciones, tuvimos la suerte de poder presenciarlo.
Comer Lepinja en uno de los restaurantes del río
Fuimos a un restaurante a orillas del río, del que de su menú no entendíamos lo que era ni la mitad nada de los platos que tenían, todos nombres raros y nuevos para nosotros. Nos encontrábamos en un apuro, aunque bendito apuro, ten en cuenta que por aquel entonces el Google Translator no era todavía algo normal.
Finalmente, pedimos lo que vimos que comía la mayoría de la gente, somos uno copiones, que le vamos a hacer. Preguntamos el nombre al camarero estresado por el trabajo acumulado.
Nos comimos un lepinja, un pan redondo muy típico, también de los Balcanes, que está relleno de carne y queso, o de otras formas, con mucha cebolla al lado. Un poco seco, eso sí, pero nos lo comimos de buenas ganas. Estaba bueno. aunque no es lo más sano que te puedes comer, como el burek, es algo a lo que nos íbamos a acostumbrar.
Cruzar al otro lado del puente Tito
Aparte de la plaza del Ayuntamiento, del paseo por el río Drava y el barrio Kent, está la opción de cruzar el puente para una foto del casco antiguo de Maribor, cruzando el puente Tito (personaje importante en los Balcanes) te encuentras con la Maribor más residencial con aún menos que ver, pero las vistas al casco antiguo son dignas de ver, tan digno que se nos olvidó hasta echar una foto.
Catedral de Maribor
Más en el centro antiguo, nos encontramos con unas calles bonitas donde se encuentra la mayoría de tiendas, aunque en ese momento estaban cerradas al ser domingo. Nos cruzamos con varias iglesias grandes y la catedral de Maribor, conocida en esloveno como “Mariborska stolnica” (catedral de San Juan Bautista). Es uno de los edificios religiosos más prominentes de la ciudad. Esta catedral católica romana se encuentra en pleno corazón de la ciudad y es un importante punto de referencia tanto desde el punto de vista arquitectónico como cultural.
En la misma plaza de la catedral hay otro edificio bonito, una universidad con sus respectivos alumnos morreándose ante ella en el bonito miniparque que hay, ideal para este tipo de prácticas. 😉
La plaza (trg) Grajski, en el post sobre qué ver y hacer en Maribor y Ptuj
La plaza (trg) Grajski es otro de los lugares más bonitos de Maribor, donde se encuentra la columna de San Florián y el castillo de Maribor (no te esperes un castillo de Disney).
El minicastillo de Maribor
Se cree que el castillo se construyó en la Edad Media como una fortificación defensiva para proteger la ciudad de Maribor y sus alrededores. En sus inicios, el castillo tenía una función principalmente militar. Fue adquirido por el municipio y, durante un tiempo, albergó diversas instituciones educativas y culturales. Actualmente, el castillo se ha convertido en un importante centro cultural, albergando exposiciones, conciertos, eventos y programas educativos.
La plaza se encuentra repleta de bares y restaurantes que ocupan media plaza con sus mesas fuera (en invierno, evidentemente, tendrá otro aspecto más desolado). En definitiva, un lugar con mucho ambiente con edificios bonitos que no te puedes perder si decides visitar Maribor.
Una de las mejores cosas de Eslovenia con la que nos encontramos ya desde el primer día fue saber lo barato que son los helados y que los venden en cada rincón. Hasta nos encontramos con un helado con sabor Obama (chocolate), aunque la calidad de estos helados lejos queda de los que te puedes comer en cualquier sitio en Italia.
Cuando no sabíamos adónde ir, siempre teníamos un muñeco en una ventana diciéndonos donde teníamos que ir, no es broma:
Callejeamos por toda Maribor hasta hartarnos, y planeamos un poco lo que haríamos el día siguiente, nos íbamos a Ptuj. Para visitar esta ciudad, iríamos ida y vuelta desde Maribor. Así nos ahorraríamos ir cargando con las mochilas sin tener que cambiar de alojamiento. Fue lo más conveniente porque, además, Ptuj era en otra dirección del itinerario que teníamos en mente.
Ptuj, qué ver en la ciudad más antigua de Eslovenia
Ptuj, la ciudad más antigua de Eslovenia. Este es su eslogan y atrayente turístico. Debo decir que con nosotros no falló. El autobús nos costó unos 4 € y pico ida y vuelta desde Maribor, y está a tan solo 30 y pico minutos de distancia. Ten en cuenta que son precio de hace algunos años, desconozco cuanto costará actualmente. No te fíes demasiado del precio que tuvimos.
¿Rivalidad entre Maribor y Ptuj?
Ya que escribo sobre las cosas que ver y hacer en Maribor y Ptuj, os hablo un poco de la rivalidad histórica de estas dos localidades.
Si de algo presume Ptuj es de su importancia histórica. Ptuj data de la época romana, cuando entonces se la conocía como Poetovio, la cual se convirtió en la ciudad más grande de Eslovenia.
Ya en el siglo XIII crecería y competiría con Maribor. El comercio fluvial que permitía el río Drava fue clave en la existencia de estas dos ciudades. Fueron años de rivalidad, la cual acabó por decantarse hacia Maribor en siglo XIX, ya que el ferrocarril que venía de Viena pasaría por ella, el cual seguía hacia la costa, dejando a Ptuj en un segundo plano.
Casco antiguo
Ptuj es pequeña y se puede visitar en solo unas horas. Tiene un casco antiguo de lo más mono y sus calles empedradas con los tejados típicos rojos lo hacen muy auténtico. De edificios debo de decir que anda más atractivo que Maribor a nuestro parecer. El río Drava también pasa por aquí y el pueblo está anclado a él, como Maribor. Esta vez no se me olvidó sacar foto desde la otra parte del puente que cruza el río, las vistas son muy bonitas.
Plaza Slovenski Trg
La mini-plaza principal (Slovenski Trg) es donde nos encontramos con la iglesia de San Jorge, la cual data del año 1140, pero no pudimos entrar. En la entrada hay una imagen de San Jorge matando al dragón, ¡me recordó a Barcelona! En la misma plaza se erige el modesto monumento de Orfeo, una lápida romana del siglo II con escenas de un mito. Otros edificios notables en la plaza son el antiguo Ayuntamiento, la Casa Ljutomer o la Casa del Preboste.
Plaza Mestni trg
Mestni trg es otra plaza bonita, está más amplia que la anterior y con el Ayuntamiento actual de estilo neogótico. En el centro está la columna de San Florián, como ya vimos en Maribor. Tampoco tienen desperdicio los edificios de alrededor, como tampoco las casas que están en la calle que une a estas dos plazas.
Fortaleza de Ptuj (Museo regional de Ptuj)
Para seguir con la visita del pueblo, subimos a la fortaleza para tener mejores vistas, fue un paseo corto, pero cuesta arriba. En el castillo mismo se encuentra el Museo Regional de Ptuj. No entramos al castillo porque había que pagar entrada y todavía estábamos recuperándonos de los gastos en Viena, será para otra vez. Aprovecha si tienes tiempo y ponme los dientes largos en los comentarios.
Las mejores vistas de Ptuj
No obstante, subir al castillo fue una decisión de lo más acertada, ya que las vistas son tremendamente buenas de Ptuj. Hasta podíamos ver un gran lago al que decidimos ir, no parecía tan lejos… PARECÍA.
Comimos de lujo en un bonito restaurante, y encima a buen precio. Tras ello, nos fuimos a caminar a orillas del río Drava, en dirección al lago que vimos desde arriba. Hacía un sol de escándalo, demasiado y se nos hizo largo no, larguísimo. Estábamos molidos de andar tanto los últimos días. Ya sabéis, lo típico de querer ver lo que hay a la vuelta de la esquina. Finalmente vimos el lago, el cual era bonito, pero nada del otro mundo. Lo mejor eran las vistas que íbamos teniendo de la ciudad.
Por el camino solo vimos algunas personas corriendo o alguna familia paseando, pero muy poca gente. El destino nos quiso obsequiar por el esfuerzo, esta vez en forma de bar molón. Allí recobraríamos los líquidos perdidos de tanto sudar. Además, el bar tenía unas vistas espectaculares sobre Ptuj y unas sillas muy cómodas en el mismo lago, nos bebimos un refresco descansando de la paliza, un refresco que supo a gloria.
Final de nuestra visita por Baja Estiria
Fue el colofón a un bonito día en una bonita ciudad. Nos fuimos contentos de vuelta al bus que nos llevaba de nuevo a Maribor, donde disfrutamos de la última cena en Baja Estiria. Para el día siguiente habíamos alquilado un coche para hacernos el resto del país más fácilmente, empezaba nuestra ruta en coche por lo mejor de Eslovenia que todavía nos quedaba por descubrir. Nuestro primer destino sería la famosa ciudad de Bled, esta vez con un lago que presume ser mucho mejor que con el que nos encontramos en Ptuj.
Como ves, hay bastantes cosas que ver y hacer en Maribor y Ptuj, te dará para echar un par de días muy agradables, o si quieres darle más caña y tienes un coche alquilado, podrías echar una mañana en un sitio y la tarde en el otro. Podrías verlos el mismo día perfectamente, ya que son ciudades no muy grandes, sobre todo Ptuj.
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