Llegar a un lugar del que nunca has oído hablar y encontrarte con un lugar como Sedona es similar a la sensación de encontrarte un billete de 50 euros en mitad de la calle sin nadie alrededor de testigo. Llegamos a Sedona por la bonita y serpenteante carretera que baja de las alturas del altiplano de Flagstaff hasta la Arizona más calurosa y mexicana como mejor es conocida. Adiós frío, al menos durante un buen tiempo…

Vistas de las montañas alrededor de Flagstaff

Pero antes de todo esto, esa misma mañana y no lejos de donde dormimos aquella noche por Walnut National Monument, existe un lugar llamado Meteora Crater, el nombre lo dice todo. Un cráter creado por el impacto de un meteorito que llamó nuestra atención. Al llegar nos llevamos una decepción, es un lugar que maneja una empresa privada y que cobra una burrada para entrar, de alguna forma han conseguido vallar toda la zona haciendo imposible acceder de alguna forma para poder verlo así que nos tuvimos que ir de allí. No hay mal que por bien no venga, en la gasolinera que hay cerca de allí conocimos a un hombre de avanzada edad llamado Fhilip y natural de San Francisco que viajaba en su bicicleta por los Estados Unidos, su destino era llegar hasta Dallas, Texas. Con un café en mano nos contó historias variopintas de sus grandes viajes en bicicleta como el que hizo por España, un país que adora. Viaja durmiendo en cualquier lado en su tienda de campaña y cada mañana busca un lugar en el que tomar café para empezar el día de constante pedaleo, todo un figura con el que tuvimos el placer de cruzarnos, la admiración fue mutua.

Un gran viajero viajando en su bicicleta con su querida matrícula de Califonia (No, en EEUU las bicicletas no necesitan matrícula, por si te lo preguntas)

 

El montañoso camino nos llevó hasta Slide Rock State Park por donde pasa el famoso Oak Creek, un famoso destino de locales donde refrescarse de sus calurosos veranos al que normalmente hay que pagar para entrar pero no si aparcas por fuera y vas a pie como bien hicimos nosotros, en realidad no fue la intención. Si ahora en pleno invierno se estaba bien en manga y pantalones cortos no me quiero ni imaginar como están por aquí en pleno agosto. Es un lugar idílico con paisajes montañosos y un riachuelo singular, con sus rocas y sus pozas donde los más valientes (el agua esta muuuy fría) se metían de cabeza. Para mi lo mejor es el paisaje que rodea al creek, un aperitivo de lo que nos esperaba ver por Sedona. Anduvimos por sus cortos senderos y nos relajamos metiendo los pies en remojo en una de sus pozas antes de seguir con nuestro camino hasta Sedona.

Oak Creek en Slide Rock State Park

Sedona es el centro de operaciones de la zona, la ciudad donde la gente suele venir a dormir y comer en los restaurantes. Una ciudad muy pequeña conocida también por sus aires hippies y por ser lugar donde la gente viene en busca meditación, ante tal paisaje por el que está rodeado no me extraña que hayan elegido este lugar para ello. Alrededor de la ciudad existen varios lugares en el que hacer diferentes actividades al aire libre, desde senderismo y viajes en quads hasta safaris en sus famosos jeep rosas. Hasta existe una estupa budista, donde la gente viene a cumplir la tradición de dar vueltas alrededor de ella y disfrutar de la inmensa tranquilidad que se respira por su “parque“.

La estupa de Sedona
Calle en Sedona
Paseando por la bonita y pequeña ciudad de Sedona

Los VORTEX de Sedona

 

Por los alrededores de Sedona existen varios paisajes específicos a los que llaman vortex. ¿Y que coj***es es vortex, te preguntarás? Pues bien, un vortex es lo que en español conocemos como vórtice. Por si alguno no lo sabe y me pongo técnico diciendolo, un vórtice es cuando mediante elementos naturales como el aire o el agua se forma un movimiento de flujo espiral alrededor de un centro de rotación creados por factores exteriores como por ejemplo puedes ver en piscinas, en el mar, en el paso de un arroyo entre piedras o en la bañera cuando después de un baño quitas en tapón y ves como se va el agua por el desagüe, formando un pequeño remolino, ¿te suena?, como la espiral de aire que puede crear el ala de un avión o el creado por un tornado. Es así como comúnmente lo conocemos pero en Sedona lo han adaptado a una versión diferente y particular. En este lugar, el vórtice no es creado por aire o agua, es creado por la espiral de la energía espiritual creado en una persona a través con la conexión y vivencia ante un paisaje específico. En la zona hay paisajes en los que tu cuerpo y mente  puede vivir un vortex espiritual conectando o interactuando entre la belleza o el tipo del paisaje con tu interior, algo difícil de explicar con palabras, hay que vivirlo para comprobarlo,si es que llegas a sentir algo ¡esemejante, si no mejor que te quedes en tu casa 😛

Hasta los pájaros son rojos

En el mapa que te dan en el centro de información salen los diferentes puntos vortex que suelen estar por los lugares más visitados de toda la zona, marcados con una espiral. Puede sonar a tontería pero muchas veces pienso, cuando estoy ante un paisaje natural que me sorprende, mi cuerpo es como si de alguna forma conectara con el paisaje, creando un túnel sentimental ante la belleza del lugar. ¿No os ha pasado algo similar cuando después de hacer un sendero de varias horas te encuentras con un paisaje que te deja con la boca abierta? Entonces puedes que hayas vivido un vortex espiritual sin darte cuenta de ello.

A través de unos caminos de tierra a los que por aquí llaman “Dirt roads” encontramos un lugar donde es legal acampar gratuitamente donde te plazca (para más info contacta conmigo en privado). Un lugar donde nos quedaríamos unas cuantas noches sobre sus tierra rojizas (¡como mancha!) y entre sus enebros.

Salir de la tienda campaña y tener paisajes como estos…¿quién necesita hoteles?

Senderismo en Sedona

Nuestros días por Sedona los dedicamos sobre todo a hacer hiking -senderismo- por sus diferentes lugares, rocas y puntos vortex. Sus formaciones rocosas rojizas es lo que más destaca de todo, las formas son similares a lo que tu quieres que se asemeje, deja volar la imaginación.  Una advertencia, si vienes fumado puede que sufras sobrealucinaciones con estos paisajes.

La Cathedral Rock es un ascenso divertido y corto pero duro hasta llegar a casi todo lo alto de la roca en cuestión. La subida se suele hacer en suelo duro de la misma roca y a veces hay que hacer uso de los brazos para subir sus pendientes más fuertes aunque nada del otro mundo. Toda persona de condición física aceptable lo puede hacer, vimos hasta niños de 3 o 4 años acompañado de sus padres subiendo. Al llegar arriba se tienen unas vistas que te dejan boquiabierto, un vortex en toda regla (ahora que sabemos más o menos lo que es :P).

Ascendiendo por la rocosa Cathedral Rock
Vistas desde lo alto de la Cathedral Rock, mirando hacia un lado
Y vistas desde Cathedral Rock mirando hacia al otro lado

Bell Rock es otra de las rocas destacadas y famosas entre otras muchas (todas tienen su nombre), sobre todo por considerarse punto vortex. Es una escalada seria por sus rocas desde donde se tienen unas vistas espectaculares de toda la zona, un ascenso bastante más complicado que la Cathedral Rock, depende de hasta donde quieras llegar, vi a gente más alto de lo que estábamos nosotros y nos preguntamos como mierdas habían llegado hasta allí, no veíamos la manera. Al lado se encuentra la incluso más grande roca llamada Courthouse Rock que cuando la ves dices, PAM!

Caminando entre tocas gigantes buscando el Bell Rock
Sedona explicada en una imagen
La Courthouse Rock
Vistas vortex desde el Bell Rock

También hicimos caminos más largos por el Boynton Canyon, un sendero más plano por el interior de un cañón y que termina en un lugar sin salida, diferente a lo demás ya que al estar en la sombra casi todo el tiempo tiene vegetación diferente y es como un pequeño bosque por el que andar entre tanto paisaje seco, un sendero muy bonito fácil.

Vistas desde un camino extra desde el Boynton Canyon
Boynton Canyon

Otro de los lugares que no te puedes perder es el punto llamado Airport Vortex, un lugar al que puedes llegar a pie o en coche hasta su mirador con vistas de la ciudad de Sedona y de las rocas que hay a su alrededor.En Yavapai Vista se tienen una de las mejores vistas de la zona, un corto sendero que se entrelaza con otros muchos, pudiendo hacerlo más largo si quieres. 

Vistas desde Yavapai

Existen infinitas posibilidades de senderismo y a veces es difícil de elegir un sendero, en el centro de visitantes te pueden facilitar un folleto con todos sus senderos con la duración y grado de exigencia de cada uno de ellos. De los que hicimos me quedo singularmente con la escalada de Bell Rock, un sendero corto pero duro que regala vistas extraordinarias. A otros muchos solo se puede acceder con 4×4 como ya nos ha pasado en otros parques nacionales anteriormente. Para viajar por el suroeste estadounidense lo mejor es venir con 4×4, desgraciadamente nuestro bajo presupuesto no da para tanto.

Airport Vortex
Bye bye Sedona!

Desde Sedona seguiríamos nuestra ruta más al sur de Arizona donde los típicos saguaros nos esperaban con los brazos abiertos (nunca mejor dicho). Si no sabéis lo que son, os lo muestro en el próximo episodio… -no vale usar google-

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