Estados Unidos

San Francisco, mucho más que el Golden State Bridge

Y de repente nos encontrábamos de nuevo en la costa. Como se hecha de menos el mar cuando estás un tiempo sin verlo, sobre todo para alguien como yo que ha nacido a 50 metros del mar, siempre es un placer volver a tu hábitat, ¡siempre!. San Francisco se presentaba como La Ciudad de nuestro viaje por esta parte de los Estados Unidos. La ciudad del puente, de la películas, del océano Pacífico; la ciudad de la niebla y de las cuestas; la ciudad de la revolución gay y del Chinatown por excelencia pero también la ciudad de los yonkis y vagabundos en exceso, de la concentración de gente rara más grande que nunca me he encontrado; la ciudad del parking imposible y caro, de las multas inventadas y una de las ciudades más caras en las que he estado nunca. San Francisco nos regaló sus dos caras diferentes, la buena y la mala, una historia más de unos viajeros que os escribo a continuación. Welcome to San Francisco!

Queríamos visitar San Francisco a bajo coste, una misión que resultó ser mucho más complicada de lo esperado. La primera estacada nos la llevamos llegando por un tráfico que fue aumentando en cuanto más nos acercábamos a la ciudad. Para poneros un poco en situación, la ciudad de San Francisco está rodeada de puentes salvo por el sur, no hay otra opción si vienes del norte o del este. Sus puentes son de pago sólo en dirección hacia la ciudad, nos tocó acoquinar dos veces. Uno que va desde Richmond al norte de San Francisco de 5$ y el famoso Golden State Brdge donde nos clavaron 7.75$ y que se paga por internet, tu matrícula es capturada por las cámaras ¡lo ignorábamos totalmente, fiuuuu! 

Antes de cruzar el ícono de la ciudad llamado Golden State Bridge hacia el centro de San Francisco decidimos parar en Sausalito, un barrio muy coqueto de pijos donde nos fue imposible aparcar gratuitamente, la segunda estacada del día era un hecho. 

Decidimos ir al Starbucks para tener buen internet y buscar en Couchsurfing alguien que nos pudiera alojar en la ciudad, no preparamos bien nuestra visita a San Francisco y lo estábamos pagando. Descartamos la opción de hotel u hostal porque todo era carísimo, imposible para nuestro limitado presupuesto. En Couchsufing nos fue imposible encontrar algo, la gente en San Francisco está muy solicitada y poca gente acepta sin casi tiempo de antelación, misión imposible. 

Eso nos dejaban pocas opciones, una de ellas era acampar. Como en LA, era algo poco común y caro en ciudades grandes (o eso creíamos en un principio, luego veréis porqué), no nos merecía la pena así que acudimos a nuestra última carta de la baraja, dormir en el coche en el rest area del puente de Golden State donde tienen servicios. Estos rest areas de las highways están creados para que puedas descansar y permanecer en ellos hasta un máximo de 8 horas, perfecto para echar la noche y salir de día a descubrir la ciudad, además podíamos disfrutar de las vistas del skyline de San Francisco, ¡que más podíamos pedir! Al final lo íbamos a hacer hasta gratis con el único gasto de tener que cruzar el Golden State para pasar la noche durmiendo de aquella manera de producto enlatado…no era la primera vez que lo hacíamos en el viaje.

Skyline de San Francisco desde el rest area donde dormimos
Las vistas de nuestro hotel

Al día siguiente nos fuimos al centro para visitar la ciudad. Estuvimos como 1 hora buscando un sitio que no fuera demasiado caro, ¡la de vueltas que dimos! Finalmente decidimos irnos al barrio The Mission, el barrio latino de SF. Aquí encontramos un parking donde dejar el coche durante todo el día por 15$. The Mission es un barrio con bonitas iglesias de misiones como la de San Francisco de Asís y bonitas fachadas con murares de edificios que nos gustaron mucho como la del Edificio de la Mujer, un mural que fue pintado por 7 mujeres artistas que llamaron MaestraPeace. 

En este barrio encontramos oro. Si quieres comprar fruta y verdura barata, ¡¡este es el lugar!! Es mucho más barato que en los caros supermercados, ve a los mexicanos de la calle Mission Street para comprar decente.

edificio de la mujer san Francisco
El edificio de la mujer

Las casas típicas de San Francisco

Desde The Mission se puede llegar fácilmente a pie hasta otro de los barrios bandera de San Francisco: Castro. Este barrio es y será de por siempre conocido como el barrio gay donde la opresión gay tuvo la mayor respuesta de la historia, si no conocéis la historia del Harvey Milk podéis ver la película «Mi nombre es Harvey Milk», donde cuenta la historia real de un ciudadano que llegó a ser político famoso y abiertamente gay cuando este tema aún era un gran tabú. Sean Peann hace un papel brillante en la película. Harvey convirtió al barrio de Castro en el centro de la libre expresión homosexual. Finalmente acabó siendo asesinado por otro político, el cual se acabó suicidando. Una historia dramática y apasionante a la vez que podamos sentir paseando por sus calles llena de arcoiris. 

Sus pasos de cebra son de los colores de la bandera gay y por sus tiendas puedes ver ropa y temática gay por todos sitios. La tienda de Milkey (575 Castro St) donde hacían reuniones políticas entre otros asuntos se puede visitar actualmente, ahora mismo sirve de tienda de ropa donde en sus paredes hay pantallas con la película.

Castro

Fue paseando por este barrio que nos pasó algo curioso, un asiático chino con su ipad y con una especie de micrófono incorporado nos paró por la calle para hacernos unas preguntas. Nos dijo que estaba en directo para la televisión de su país y nos preguntó cosas como de donde eramos o porque estábamos en SF.  No sé quien había detrás de esa pantalla pero respondimos con gusto, quizás nos hemos hecho famosos en China y no lo sabemos, habrá que ir a ver que pasa. ¿no crees? (cualquier excusa es buena para viajar :-P)

No volveríamos al coche, lo haríamos todo a pie, iba a ser un día de esos en el que acabamos con dolor de pies pero era la mejor forma para nosotros, casi siempre lo hacemos así, tratamos de coger lo menor posible el transporte público. La siguiente parada tras una larga caminata por la larga Market St nos llevaría al downtown de SF, la zona más concurrida de la ciudad. Decir que la calle Market St tiene zonas donde da cosa pasar, la cantidad de locos y enganchados dan un poco de respeto. No pasaría por ahí a altas horas de la noche.

Antes de llegar a Union Square nos desviamos hacia el famoso ayuntamiento de la ciudad en el que se puede entrar libremente y andar por donde quieras, incluso puedes ver a políticos y pasear por los pasillos de sus oficinas, algo que me sorprendió. Cualquier persona puede contactar con los políticos sin ningún tipo de barrera. Una de las cosas que se suelen ver en el ayuntamiento es muchas parejas casándose. En nuestro poco tiempo allí vimos como 5 parejas (todos asiáticos) haciéndose la sesión de fotos y haciendo cola para casarse. Estando en la planta de arriba fuimos testigos de una boda de inicio a fin. ¡Qué vivan los novios!

El ayuntamiento de San Francisco desde la Civic Plaza

El ayuntamiento tiene su mejor vista desde la amplia Civic Center Plaza, una plaza llena de extraños árboles para nosotros. Al otro lado de la plaza se encuentra el gran Museo de Arte Asiático. Siguiendo por Market St pasamos por la animada Hallidie Plaza, un lugar con mucho arte callejero donde se concentra la mayor cantidad de gente de la ciudad, estamos en zona de tiendas y eso siempre se nota, un afro-americano hacía claqué a ritmo de hip-hop, cosas así son las que me gustan ver en Estados Unidos, arte local. 

Es en este lugar donde el famoso cable car (una especie de tranvía) da la vuelta para volver hacia atrás. Es un punto en el que termina el carril y sobre un circulo da la vuelta  en el mismo eje automatizada de 180 grados. Es curioso ver como el tranvía sube esas cuestas empinadísimas llena de gente sin problema alguno. No nos subimos porque es ridículamente caro, y lo llaman transporte público…

cable car SAN FRANCISCO
Las cuestas del cable car

Desde la plaza nos fuimos hacia Union Square, uno de los lugares más famosos y céntricos de la ciudad, por allí subimos a lo más alto de un centro comercial (un restaurante llamado Cheesecake Factory) para tener vistas de toda la plaza. Aquí encontramos los edificios más altos que habíamos visto en San Francisco. se nota que estábamos en pleno downtown.

Union Square

En la plaza había una exposición y mucha gente sentada en mesas bebiendo un Starbucks,, escribían en su portátil e incluso vi a gente leyendo el periódico (elemento en peligro de extinción). Nuestro siguiente objetivo fue llegar al famoso barrio de Chinatown, un barrio por el que siempre nos gusta caminar. El barrio chino de San Francisco es uno de los más grandes y poblados de todos los Estados Unidos, una vez que cruzas la puerta del dragón es como si entraras a una auténtica ciudad china. A ver si tras la entrevista que nos hicieron en Castro nos iban a reconocer, el bolígrafo lo teníamos preparado para ir firmando autógrafos por sus calles. 

Sus restaurantes, tiendas, gente, los olores, los edificios, todo este conjunto te hace sentir como si estuvieras en la mismísima China (nada, seguimos queriendo ir a este país). Nos metimos por entre calles de Spofford Alley donde empezó este barrio y en entrecalles como Waverly Place donde en sus terrazas ondean banderas pintadas con rezos chinos. Encontramos un lugar donde creaban las galletas chinas de la fortuna, un mujer china mayor se encargaba de meter los papelitos en aquella masa. Por un precio de risa pudimos comprar un par de galletas de la suerte recién hechas. Yummy. Mejor no os digo lo que ponía el papelito.

Chinatown

Salimos de Chinatown y nos dimos una vuelta por las colinas de San Francisco, era el momento de subir cuestas y tener grandes vistas. Nuestra intención era la de llegar hasta la Coit Tower en todo lo alto de Telegraph Hill, el lugar más alto en el que puedes estar en la ciudad. No hace falta subir a la torre para tener vistazas de los alrededores de la ciudad, la cual está rodeada de agua, de puentes y con la famosa Isla de Alcatraz a vista casi de pájaro. Para no gastar demasiado decidimos que solo uno de los dos subiría a la torre, ¿piedra, papel o tijeras? Al final decidimos que le tocaría a Perrine (que mala perdedora) ya que la última vez que lo hicimos me tocó a mi subir, fue en Estambul en la Torre de Galata, ¡la próxima vez me roca a mí!

Al fondo el edificio que define el skyline de SF
Vamos ganando altura
La isla de Alcatraz
Vistas desde la torre de Coit

Bajamos la colina y tras un buen rato caminando llegamos a otro de los lugares imagen de la ciudad, una estrecha calle en zigzag cuesta arriba por la que van y vienen los coches, hay que verlo en directo para saber porqué es tan curioso. El lugar se llama Ina Coolbrith Park.

El camino de Ina Coolbrith Park
Atardece en San Francisco

Al volver al coche paramos por tiendas en el barrio de Missions para comprar fruta y verdura a muy bien precio, todos en las tiendas eran mexicanos. Cogimos al coche y cruzando el Golden State Bridge llegamos de nuevo a nuestro rest area donde nos haríamos la cena y pasaríamos la noche junto a otras caravanas. No nos podíamos quejar estábamos durmiendo gratis en San Francisco! Mientras cenábamos vimos como unos mapaches buscaban comida en las basuras, ¡vaya sinvergüenzas están hechos! Las fotos que tengo son muy malas así que mejor no poner nada.

Al día siguiente misma operación, buscar aparcamiento no mola en San Francisco, eso ya lo sabíamos. Tocaba visitar otra parte, es imposible aburrirse en esta ciudad, tiene tanto que ver y hacer que se necesitan semanas. Como era muy temprano aparcamos en una de las cuestas cerca de la costa norte –North Beach- y nos metimos en un Starbucks a bebernos un cafelito mañanero y aprovechar internet, se estaba convirtiendo en todo en ritual en nuestro viaje en Estados Unidos, nos iremos del país enganchados a la caféina… 

Estuvimos algo así como una hora y media fuera y al volver nos encontramos con una sorpresa en forma de carta cogida con el limpia parabrisas delantero, ¡una multaaa! ¿Pero cómo es posible? El parkímetro estaba pagado, ¿qué hemos hecho mal? La multa decía que nos cobraban 62$ por «parking on grades«, seguíamos sin entenderlo, ¿qué quieren decir? Tuvimos que preguntar a un local que pasaba por allí para entender el porqué de la multa. Un hombre señaló a nuestras ruedas y nos dijo, «esas ruedas tienen que estar giradas contra el bordillo de la acera cuando es en una cuesta de esta pendiente» – Whaaaat!!?? Buscamos alguna señal que dijera algo sobre ello sin exito, nunca habíamos oído hablar de algo similar. Cómo pueden multar por algo así. Al no haber señales sobre ello y con la excusa de que somos «guiris» y no conocíamos la norma enviamos un email para reclamarla. No hubo suerte, a los pocos días nos contestaron de que la multa estaba bien puesta…

En fin, lo de si lo íbamos a pagar estaba por ver. 

Con tal putada teníamos que afrontar el resto de día. Nos fuimos a pasear por su costa, exactamente por The Marina y el Victoria Park desde donde se tienen buenas vistas. Llegamos hasta los famosos piers de la ciudad donde se junta gran parte de los turistas, en la zona conocida como Fisherman’s Wharf En concreto pasamos por el Pier 45 donde hay actualmente astilleros trabajando y donde existen barcos reconstruidos en forma de museo o incluso un submarino como el USS Pampanito, reconstruido tras 6 viajes en la segunda guerra mundial. En este pier también se encuentra el Museé Mecanique.

Más adelante y pasando por restaurantes varios y mucha vida en sus calles gracias al buen tiempo que estaba haciendo llegamos al más famoso de todos, el «Pier 39″. El lugar más animado de toda la costa norte. Lleno de lugares para comer, diversión, actuaciones callejeras y gente, mucha gente. Sin embargo, para mí, lo mejor del Pier 39 se encuentra al final, donde una colonia de leones marinos apestosos duermen tranquilamente mientras cientos de turistas les sacan fotos, algunos lo saben y posan para ellos, que granujas que son. También es un buen lugar para ver la Isla de Alcatraz a lo lejos, a la que desgraciadamente no pudimos visitar por una cosa y otra. Nuestra gran tarea pendiente en SF por si algún día pasamos de nuevo por aquí.

Los leones marinos de Pier 39
Pier 39
Alcatraz

Esa noche dormiríamos en otro lugar diferente, nos enteramos de que existía un camping gratuito llamado Bicentenial Campground (solo 5 parcelas) no lejos del rest area donde habíamos dormido ya 2 noches. Para acampar hay que llamar para reservar y recoger el permiso en un centro de visitantes de Golden Gate National Recreation Area. Por suerte quedaba un lugar libre así que nos dirigimos hacia allí. Además, es una zona de mucha belleza natural que disfrutaríamos de lo lindo por el resto del día. Desde esta parte de San Francisco existen unos miradores del puente, del skyline de SF, del océano y de unos acantilados impresionantes. Por los miradores de los acantilados se pueden entrar a unas baterías de artillería de defensa los cuales están en un estado preocupante. En la zona también se puede visitar un faro que se encuentra en un paisaje digno de admirar. Tan cerca de una ciudad loca como San Francisco y tan salvaje donde mucha gente vienen a desconectar. 

Me encantó.

Golden Gate National Recreation Park
Los bnkers en la costa californiana
Quien iba a esperarse esto a distancia de bicicleta de San Francisco
El Faro
Un barco que se pierde por el inmenso Océano Pacífico

Ya que estábamos por aquí aprovechamos para ir a los miradores del Puente de Golden Gate, donde también hay unas baterías de artillería de defensa abandonadas. Lugar obligado para tener unas vistas muy buenas del puente y la ciudad. Must do!

El famosísimo puente de Golden Gate, que a decir verdad, tampoco es para tanto.

Esa noche dormiríamos mucho mejor que en el coche, de nuevo podíamos utilizar nuestra tienda de campaña en un lugar único y privilegiado con vistas al mar. Al día siguiente empezaríamos a viajar por la famosa Highway 1 dirección Los Ángeles, nos vamos back to LA baby! Disponíamos de 5 días para ello, una de las carreteras más bonitas de toda la costa Oeste de Estados Unidos que queríamos ver con tiempo suficiente.

Y tras 7 días volvimos a SF… :

Volvimos a San Francisco desde Los Ángeles… en un caravana gigantesca, el cómo y el porqué lo explico en los próximos artículos. Y no, no nos tocó ninguna lotería.

Llegando a SF por el sur
Playa del oeste de SF

Volvimos a San Francisco a echar un día más para ver algunas cosas que nos habíamos dejado en el tintero como por ejemplo el gran parque de Golden Gate Park. Un parque gigante y rectángulo en pleno centro de San Francisco, algo así como el Central Park de Nueva York pero más grande aún. Un parque muy visitado por el que nos daríamos una buena vuelta. El tiempo era feo y hacía frío pero aún así nos lo pateamos durante un par de horas o tres visitando sus diferentes partes.

Fuente: Wikkicommons
La plaza de los museos de Golden Gate Park
Molinos holandeses en Golden Gate Park
Pájaros coloridos en el Golden Gate Park
No podíamos irnos de SF sin ver su famosa niebla, ni se podía ver el puente desde el rest area donde dormimos en nuestra caravana

No nos podíamos ir de San Francisco sin conocer su famosa neblina que a menudo cubre a la ciudad de esa capa blanca. Cambiábamos de estado…y no cerca precisamente, ¡más aventuras en el próximopost!

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