Ya han pasado varios días desde que deje Japón atrás y ayer ya volví de mis vacaciones de las que mis últimos días los pasamos enBudapest. Poco a poco voy asimilando todo lo vivido en estas dos intensas semanas. Empezaré con Tokio de la que tengo mucho que decir y mostrar en fotos.La ciudad mas impresionante que he visto hasta ahoradesplazando aLondres a la segunda plaza de mi lista particular (creo que queda claro que me flipan las grandes urbes no?) No sabía que esperarme de esta ciudad, había leído mucho pero seguía sin saber el porque era tan especial.
El viaje empezó un sábado hacia Barcelona con un vuelo desde Charleroi, pasamos dos días en los que estuvimos visitando a mi madre que vive cerca de la capital catalana, en Abrera. Aprovechamos el poco tiempo que estuvimos y visitamos sitios como Tarragona, Salou, Sitges y algo de la propia Barcelona con un tiempo veraniego. El lunes ya comenzaba el gran viaje a Japón con una escala dolorosa en Roma de 15 horas, el vuelo llego a Roma a las 9 de la noche así que era una locura ir al centro de Roma ya que era por la noche y el vuelo salía el martes a las 11 de la mañana. Decidimos dormir en el aeropuerto, creo que es uno de los aeropuertos mas incómodos que he visto para dormir… la noche se nos hizo eterna pudiendo dormir a ratos en posiciones que más bien de yoga avanzado.
El vuelo salió a tiempo, por fin estábamos subidos en el avión que se dirigía al aeropuerto de Narita. Un vuelo de 12 horas siendo así el vuelo mas largo hasta la fecha. Viendo películas y echando cabezadas se pasó la mayor parte del tiempo. En el avión hacía mucho frío y la tele no funcionaba bien, tengo que decir que mi experiencia con Alitalia fue algo decepcionante.
Llegamos con la cara rota después de dos vuelos y una escala en Roma de 15 horas, no veíamos una cama desde hace casi 2 días.
Ya desde el principio estábamos alucinando, muchos detalles que hacían a este país muy diferente de lo que estamos acostumbrados. Puesto de trabajos que nunca pensaría que pudieran ejercerse, como el vigilar en una escalera mecánica, uno que parecía un muñeco indicando la dirección o un hombre que estaba en la cinta mecánica de las maletas que evitaba que las maletas chocaran con el borde de la cinta amortiguando la caída con su mano (!!!!!!). La limpieza era extrema en el aeropuerto, parecían maniáticos limpiando todo. Me fijé en una mujer de un puestecillo en el aeropuerto que limpiaba cada producto con un plumero y cada vez que un cliente cogía una revista y movía el montón un poco, la vendedora salía y ponía todo en un montoncito perfectamente ordenado, nada puede ir mal.
El tren que cogimos para ir al centro fue m´s de lo mismo, al llegar el tren queríamos entrar pero pusieron unas cintas para que no entráramos, vino un equipo completo de limpiadoras/es y en un momento dejaron todo como los chorros de loro, también dieron la vuelta a los asiento ya que era la ultima parada y el tren salía de vuelta.
Activamos nuestro JRP (Japan rail pass) y cogimos el tren Narita express hasta la estación central de Tokio. El hotel estaba en la parada de Kiba de la Tozai line así que tuvimos que cambiar de linea.
El metro no te resultará complicado si has estados en metros de grandes ciudades comoLondres.
Para encontrar el hotel solo sabíamos que se encontraba muy cerca de la parada de metro, pero buscando y buscando no lo encontrábamos. Entramos a una tienda para preguntar y un chico muy simpático que no hablaba apenas ingles sacó su móvil de última generación y enseguida nos lo buscó (¿existe algo más simple para indicar el camino?). Nos enseño el mapa en su móvil y así encontramos el hotel.
La gente japonesa es algo de lo que mas echaré de menos,son adorables. El check-in era a partir de las 15h00 y llegamos a eso de las 11 de la mañana. Dejamos las mochilas allí y fuimos a dar una vuelta por los alrededores del hotel hecho unos zombis, vimos un par de templos que quedaban cerca y disfrutamos del primer contacto con la cultura japonesa.
No sabíamos hacia donde mirar,en cada esquina había algo que nos sorprendía.
Después de un par de horas volvimos a hotel ya que estábamos muertos, aquello no era jetlag, era lo siguiente. El recepcionista del hotel al vernos así nos dejo entrar antes de tiempo. No lo podíamos evitar, las ganas de seguir viendo Tokio eran enormes pero no podíamos con nuestra alma, decidimos echar una siesta para recuperar algo de fuerzas y ver algo por la tarde al menos.
Nos metimos en la cápsula que no está tan mal, lo malo es que tienes que dejar las maletas (en nuestro caso mochilas) abajo en recepción ya que no hay espacio suficiente dentro de la cápsula. El hotel se llama Kiba Tokyo hotel y es un hotel con cápsulas y algunas habitaciones (algo caras), el hotel lo recomiendo encarecidamente si quieres dormir barato y cerca del centro. Los cuartos de baño están equipados con los típicos retretes japoneses, retretes que están calientes al sentarte y que echa un chorro de agua para limpiarte, este incluso tenía aire para secarte además de tener música dándole a un botón. El lavabo también era especial. En el mismo lavabo según donde ponías las manos te salia mediante sensores jabón, agua o aire caliente para secarte.
Con las pilas recargadas (digamos al 20%) nos fuimos directamente aShibuya,el barrio de las luces del famoso cruce, un cruce que es conocido por ser el cruce con mayor trafico de personas del mundo entero.
La estación de Shibuya es una autentica locura, gente que va y viene de todos sitios constantemente, nunca hay un momento de respiro, el tráfico de gente aquí parece que nunca tiene fin. La estación tiene una salida que va directamente al cruce de Shibuya y al ver el lugar fue algo como un chute de adrenalina inyectada en vena. Wow, que pedazo de edificios, cuanto colorido de luces, que pedazo de teles colgadas en los edificios, cuanta gente,cuanta vida.
Ya empezaba a entender un poco lo que es Tokio.
Pegado a la estación también se encuentra la estatua del perro Hachiko, el tan famoso perro y subonita historia. Este lugar esta lleno de gente parada, al parecer es un sitio donde mucha gente suele quedar.
Nos perdimos por las calles de Shibuya y por su paraíso de luces, las calles estaban llena de tiendas, de pachinkos (son edificios enteros con varias plantas donde la gente juega a las traga-perras y cosas por el estilo) es gracioso porque entras y la mayoría son gente vestida de traje que probablemente salen del trabajo y vienen directamente a viciarse. El ruido que hacen las maquinas es inaguantable, no entiendo como aguantan ahí tanto tiempo metidos.
Es algo que se puede decir que es marca y seña de Japón, algo que solo se ve aquí y que tienes que verlo para creerlo. También hay maquinas recreativas de los juegos típicos como “Street fighter” y todos los juegos que te puedas imaginar, aquí todavía siguen al orden del día.
A veces son edificios de 4 o 5 plantas lleno de estas maquinas. Yo para recordar los viejos tiempos de cuando echaba 5 duros para jugar a las maquinas recreativas no me pude aguantar y eche unas partidas. Aquí puedes ver tranquilamente a señores de 40 – 50 años en traje jugando a estas maquinas, es algo normal aquí que a nosotros nos choca mucho.
Para cenar fuimos a uno de los restaurantes decomida rápida japonesa, lo que quiere decir de verdad, rápida.
Funciona de esta manera: A la entrada del restaurante o incluso fuera de él tienes como unas maquinas donde tienes que echar el dinero y elegir el plato que te apetezca que te sale en sus diferentes botones, suelen ser distintos tipos de noodles o de arroz entre otras cosas, el problema viene cuando está todo en japones y no tienes las imágenes de los platos. Una vez que pulsas el plato que quieres te sale un ticket que recogerá el camarero al sentarte en la mesa, en un instante está con tu plato listo en tu mesa, la comida ya está pagada así que es comer y salir sin tener que preocuparte de pedir la cuenta.
Ahora sí, ya tocaba descansar de todos los vuelos y el jetlag. Me metí en el jacuzzi del hotel y caímos muertos en la cápsula no sin antes hacer zapping en la tele japonesa. Estaba feliz, ya estaba en Japón y todavía me quedaba todo el viaje por delante.
Puedes seguir leyendo el viaje pinchando aquí : Día 2: Tokyo 2/4 Barrios de Ueno, Asakusa, Akihabara y Shinjuku
¿Buscas otros relatos sobre Shibuya?
Shibuya de Callejeando Por El Planeta
Hola Alvaro. El 2 de marzo viajo a Tokio y al igual que tu, vuelo con Alitalia.
He leido que pasaste mucho frio en el vuelo. ¿Dan mantas o almohadas? Si es así, con la manta que dan, ¿sirve para paliar el frío?
Por otro lado, ¿tu vuelo iba completo? He leido en otros blogs que en ocasiones el avión no se llena y es posible buscar alguna zona que no este ocupada y así poder tumbarse entre 2 asientos para intentar descansar un poco mejor.
Muchas gracias de antemano.
Hola Carlos, Que bien te lo vas a pasar en Japón, gran país!
Lo del vuelo te cuento, nosotros en el vuelo de ida no sabemos muy bien el porque pero pasamos bastante frío, no recuero bien si teníamos manta o no, creo que si pero no fue de gran ayuda de todas formas. Últimamente hemos estamos cogiendo muchos aviones y estoy un poco liado jeje, lo que si recuerdo es que el vuelo de vuelta fue diferente y no pasamos frio, en los dos vuelos iba bastante lleno el avión así que no se. También recuerdo que tuvimos problemas con la televisión y no funcionaba correctamente supongo que es cuestión de suerte, aparte tuvimos otros problemas de cancelación de un vuelo que no avisaron con tiempo pero eso es cosa aparte, espero que tengas mas suerte que nosotros con Alitalia. Siento no poder ser de mas ayuda.
Saludos
Muchas gracias Alvaro por tu respuesta.
La verdad es que he leido de todo sobre Alitalia y sobre casi todas, a excepción de las "superb" como Emirates, thai, etc.
A ver si yo tengo suerte.
Un abrazo 🙂