Decíamos adiós con el corazón a Nueva Zelanda aunque todavía guardábamos un último día bajo la manga a la vuelta. Nos esperaba un vuelo de Pacific Blue de Virgin Australia en el aeropuerto de Auckland. Volábamos a Tonga en un vuelo de algo así como tres horas. Si hace un año me preguntaran sobre Tonga mi respuesta sería muda. Tonga es uno de esos países que no existen en el mundo para la gran mayoría pero es un país más de esta bola del mundo. Con estos post que vienen quiero acercar un poco más a este país situado en el Pacífico Sur y contaros lo que vivimos en 12 días por esas islas tan lejanas. Nunca, nunca hubiera imaginado que llegaría tan lejos de casa, si me lo dicen hace algunos años no me lo creería ni en broma.
Tampoco lo teníamos muy claro cuando empezamos nuestro viaje de un año, solo iríamos si encontrábamos un vuelo barato a alguna isla del Pacífico. Ese vuelo barato llegó y lo reservamos unos 3 meses antes de la fecha. Nos salió por unos 270€ para los dos juntos, ida y vuelta. Una vez con el vuelo en mano ya teníamos claro lo que queríamos de este viaje, teníamos un objetivo muy claro, queríamos estar en una isla desierta alejado de todo, sentirnos libres sin nadie a nuestro alrededor. Ya que veníamos tan lejos queríamos aprovecharlo y vivir esta experiencia. ¿Lo conseguiríamos?
Tonga, como dije antes, está situada en el inmenso Océano Pacífico, en el Sur de éste y forma parte de la Polinesia, son conocidas como las “islas amistosas”. Cerca de este país se encuentran otros grupos de islas como las Islas Fiji (a 690 km) o Samoa y es el primer país donde se pone el sol según dicen. La línea del tiempo pasa justo entre Tonga y Samoa así que si vas de Tonga a Samoa que están relativamente cerca tienes que retroceder el reloj ¡24 horas! Nos hubiera gustado ir a Samoa también para vivir ese momento pero no pudo ser.
Tonga en realidad es un reinado, el único de todo el Pacífico y el único que jamás ha sido colonizado, cosa de la que están muy orgullosos aunque a mi parecer tienen mucha influencia inglesa o quizás sea neozelandesa y australiana que al fin y al cabo es lo mismo. Su rey es el joven Tupou VI, su padre murió recientemente (18 de marzo de 2012) y se coronó como nuevo rey. En total suman 171 islas desperdigadas. La isla principal llamada Tongatapu donde se encuentra la capital, Nuku’alofa; la isla de Eua muy cerca de Tongatapu; dos grupos grandes de islas llamadas Ha’apai y Vava’u y más aisladas en el norte se encuentran las Niuas. De las 171 islas solo 45 están habitadas lo que la hace un país con muy poca densidad de población y con muchas islas desiertas y paradisíacas.
Con una población de 100.000 habitantes es uno de los menos poblados del mundo aunque también de los más pequeños. La religión es sin duda la cristiana, son muy pero que muy religiosos, en este país nunca verás una iglesia que no esté llena en domingo y eso que iglesias no les falta, debe de ser uno de los países con más iglesias por km cuadrado. ¡El 90% de la población es cristiana practicante!
Los idiomas oficiales son el inglés y el tongano, lengua típica de Pacífico parecida a la de Fiji, Samoa o incluso al maorí de Nueva Zelanda aunque no se entienden entre ellos. Digamos que el tongano es el idioma principal pero no tendrás problemas para comunicarte en inglés aunque alguno si te encontrarás que no hable nada de inglés.
Espero que con esta pequeña introducción os haya dado a conocer un poco más a este país. Ahora toca hablar de nuestra experiencia:
Isla de Tongatapu: Conociendo su capital, Nuku’alofa
Aterrizando se podía ver la forma de la isla Tongatapu, isla principal y más grande del reinado. Una pena que el cielo estuviera con mucha nube para haber visto más islas desde arriba.
Como casi todo el que llega a Tonga, nos alojábamos en el famoso Toni’s Guest House. Peter, al que se le reconoce fácilmente cuando le miras a la cara nos esperaba para recogernos en el pequeño aeropuerto y junto a otra gente nos llevó camino a la capital, Nuku`alofa donde estaba el guest house. Por el camino ya vimos la gran diferencia con Nueva Zelanda en la que habíamos pasado 5 meses y medio. Se ve que el país es mucho más pobre y sucio, la diferencia cultural también es evidente. Me encantan estos choques culturales, para mí, la esencia de viajar. Peter nos preguntó si teníamos hambre y le dijimos que sí, así que nos llevó a un sitio que el conoce y donde suele ir. Nos pedimos el primer plato típico take away de Tonga, eran trozos de pollo con talo, una hierba que comen muchísimo y que se parece a las espinacas y el de Perrine era manioke que es una raíz parecida a la patata con otra carne, si os soy sincero, no estaba muy bueno pero con el hambre que traíamos nos lo comimos casi todo en el coche camino al guest house. Tras meternos por un camino de tierra con más agujeros en el suelo que un dedal llegamos a nuestra habitación. Una habitación doble que nos costaba unos 40 pa’anga (1€=2,25 pa’anga) y que estaba correcta pero sin nada de lujos. Toni’s Guest House trata de 3 partes. La casa verde donde estábamos nosotros y donde se encuentra la recepción, que es más antigua y barata, luego están la casa amarilla y azul con más habitaciones que son edificios más nuevos. El dueño es un personaje bueno, un viejo inglés que está casado con una mujer de Tonga y que vive aquí ya hace unos cuantos años. A veces trata demasiado mal a sus trabajadores aunque sí es verdad que son un poco vagos y descuidados, sobre todo Mone que por ejemplo se le olvida recoger a alguien o se queda dormido en horas de trabajo.
Cuando llegamos eran ya eso de las 4 de la tarde y el el guest house se encuentra a unos 10-15 min en coche hacia el centro de Nuku’alofa. Peter y Mone que son trabajadores de allí se encargan de llevar a la gente al centro y de recogerlos. Nosotros salimos a eso de las 18 y nos dejó donde siempre lo hacen, al lado del edificio de correos. Allí supuestamente nos encontrábamos por “el centro”. Pensamos venir para echar la tarde-noche pero una vez allí nos encontramos de que la capital de Tonga se trata de una (Taufa ahau road) calle donde hay 3 o 4 bares contados y restaurantes varios, nada más y nada menos. Nos recorrimos la misma calle varias veces observando las cosas y la gente y nos metimos en un pub con música de “típica fiesta hawaiana” por llamarla de alguna forma donde no había prácticamente nadie, de día suponíamos que la cosa cambiaría. Las camareras eran tímidas con nosotros y se sorprendían de que estuviéramos allí. Yo me pedí la cerveza de Tonga llamada Maka, si, aquí también tiene su propia marca cervecera y no tienen una sino que tienen dos.
El día siguiente lo aprovechamos para recorrernos más allá de la calle principal de Nuku’alofa pero está vez de día con las tiendas y mercados abiertos, fuimos a ver lo poco que se podía ver además de aprender más sobre el comportamiento de los tonganos y aprender un poco del día a día de la ciudad. Fuimos al Talamahu Market donde venden mucha fruta y verduras, sobre todo veras el talo y el manioke, elementos estrella en la cocina tongana. También bebidas que no tengo ni idea de que serán como estas de la foto:
Aparte de comida podías encontrar ropa o souvenirs. Yo me compré unas chanclas ya que las que tenía en Nueva Zelanda se me rompieron e iba con tenis en este clima tan cálido de Tonga, a partir de ese momento las chanclas serían mis mejores aliadas. Desde el mercado nos fuimos al paseo marítimo, por Vuna Road que va en paralelo con la costa.
Tongatapu no destaca por sus playas y menos en la capital, para eso están otras islas del país. Por otras partes de Tongatapu puedes que encuentres una playa buena, sobre todo en el sur. Desde está calle vimos a gente pescar a su manera, la gente nos saludaba alegre y éramos un poco protagonistas.
El turismo en este país es muy escaso, espero que se mantenga por mucho tiempo de esta manera y mantenga el verdadero carácter tongano, el turismo de Tonga comparado con Fiyi es de risa. Hay mucha gente que viene de Australia y Nueva Zelanda sobre todo ya que no está muy lejos de estos países, son muchas las personas que escogen algún destino australiano para aprender inglés y aprovecha para darse unas vacaciones en una de estas islas del Pacífico. Pasamos por algún espigón y pasamos por el puerto, bastante dejado. En frente una heladería con unos helados buenísimos, entre ellos el hockey pockey neozelandés, la influencia es evidente, no tienen muchos más paises a su alrededor. Muchos tonganos van a Nueva Zelanda a la temporada de fruta como pickers para la recogida de fruta, tienen fama de ser lo más rápidos y eficientes, los tonganos son gente muy corpulenta y fuerte. También son conocidos por ser grandes jugadores de rugby. Hay muchos tonganos que juegan en selecciones de otros países como Australia, Nueva Zelanda y otros países, también en Europa. Por la calle se les ve practicar este deporte, el fútbol aquí es un deporte inferior.
Desde el puerto nos metimos en tierra y cogimos una calle que volvía al centro, por Salote Road. Otra cosa curiosa que vimos fueron los “quioscos” que son como mini supermercados en los que venden siempre las mismas cosas. Están metidos en rejas como si estuvieran en celdas y la variedad de comida es para pillar una depresión, es difícil comprar comida para cocinar en casa.
Llegando de nuevo por el centro paramos para comer, paramos en un restaurante de una señora tongana que nos puso dos platos como Dios manda, el mío era un plato de arroz con curry y pollo buenísimo al que llaman Kale Moa y Perrine tenía manioke (como la patata) y pollo Kentucky que llaman ellos, pollo frito que también estaba muy bien, fue el sitio donde mejor comimos. Los tonganos comen mucho y es por eso que ponen un plato muy lleno en los restaurantes tonganos, hambre no se pasa y es bastante barato. Por 2 o 3 € tienes un buen plato.
Si antes dije que los tonganos son corpulentos y grandes también digo que hay mucha obesidad, se ve la calle llena de gente gorda. Se dice que es por la carne enlatada que trajeron de fuera más que nada porque no tienen mucho en donde elegir y sus alimentos ricos en grasa, es uno de los países con más problemas de obesidad en el mundo. Yo supongo de que está en el ADN tongano.
Uniforme de colegio |
Muy cerca de las calles centrales está el mismo rey viviendo en su palacio real. Palacio real blanco que se puede ver a través de unas rejas.
Unos guardias están en la puerta vigilando haciendo su trabajo. El palacio real no es espectacular y es del típico estilo victoriano que tanto vimos en Nueva Zelanda, grande si es, pero nada más. Por el centro y a las afueras se pueden ver iglesias por todos los lugares y de todos los tamaños como por ejemplo la capilla centenaria o alguna que otra “catedral”.
Visitamos también las tumbas reales que están como en tierra que esta vallada pero que se puede ver de lejos Las tumbas aquí también es un tema especial, muchos tonganos entierran a sus familiares en sus jardines y ponen un montón de arena sobre el cuerpo y flores sobre la arena, aunque actualmente si que lo hacen con ataúdes. Se dice que si algo va mal en la familia es porque los huesos de los muertos no están bien y hay que moverlos, así que los destierran y mueven sus huesos, muy extraño este comportamiento. Todo esto nos lo contó Toni. Si por algo se caracterizan los tonganos es por sus creencias extremas.
En el hostal conocimos a muchos viajeros, las primeras noches comíamos en el salón con un grupo de franceses que no vinieron juntos y que se encontraron aquí, muchos como nosotros venían de Nueva Zelanda. Otros venían de Francia directamente pero no solo para venir a Tonga. Uno de ellos se estaba haciendo todas las islas del Pacífico en varios meses, y nos contaba de que estaba cumpliendo su sueño, una envidia sana me recorrió el cuerpo aunque nosotros también estábamos viviendo el nuestro viajando por un año.
Tour por la isla de Tongatapu
Otro de los días que pasamos en Tongatapu lo dedicamos a dar un tour por la isla, para ello no hay nada mejor que acudir a Toni, del guest house que ofrece tour guiados por la isla en su furgoneta, no hay nadie que sabe más de él acerca de Tonga y eso lo comprobamos en su tour, mereció mucho la pena para conocer más sobre la isla. El tour trataba de varias paradas y lo hicimos con una pareja alemana que vivía y trabajaba en Hong Kong.
La primera parada sería al noroeste con la única palmera que tiene dos copas y que termina en V.
O al menos eso nos contó Toni, todo el viaje iba hablando y explicando cosas sobre todo sobre la vegetación y costumbres de la gente, no parecía muy contento con ellos y nos contaban lo mal que llevan el país, de que son gente muy vaga y que desaprovechan sus tierras para el cultivo, que por eso les iba como les iba, carácter Tongano, no worries at all.
Pasamos por una zona donde había unos árboles como muchísimos zorros voladores, una clase de murciélago gigante que impresiona mucho, los arboles estaban llenos de ellos, algo realmente espectacular.
Llegamos hasta el Abel Tasman Landing Site, el nombre lo dice todo. Es un mirador con una placa descuidada pero con buenas vistas al mar, la placa está dedicada al famoso explorador y viajero Abel Tasman que fue el primer europeo en descubrir la isla en un viaje que también descubrió Tasmania, Abel llamó a la isla de Tongatapu, Amsterdam.
Allí mismo y muy cerca fuimos a la Ha’atafu beach una playa de Tongatapu que no era nada del otro mundo y que es especialmente conocida para surferos aunque nos cuenta de que es muy peligrosa y de que debes tener mucha experiencia para surfear por ahí.
Otra playa buena puede ser Kolovai Beach por donde hay varios resorts baratos, me contaron gente del hostal de que hay buen snorkeling y de que son bonitas aunque no paramos por ahí. Siguiendo el tour redondeamos la isla hacia el sureste donde paramos en los Mapu’a Vaca Blowholes. Unos chorros de agua que salen de las piedras cada vez que viene una ola, el agua sale de las rocas como si fuera una clase de geyser, bastante espectacular, el lugar es bastante salvaje.
Seguimos por caminos de tierras y por plantaciones de palmeras y de plátano, muchos de los plátanos tenían una enfermedad que han propagado las libélulas y que han provocado mucho daño.
El talo también se podía ver por todos los rincones de Tongatapu, no lo exportan, es todo para ellos. Pasamos por más playas, las Halafuoleva Beach y la Keleti Beach, por esta parte Toni tiene más casas de alquiler y paramos para comer algo, un sándwich que nos preparó su mujer, las vistas son preciosas al mar y desde allí nos contó Toni que se ven las ballenas pasar cada año, del tema ballenas hablaré más adelante. Allí en esa casa tiene cerca una miniplaya que es como si fuera privada aunque el agua estaba muy movida y no nos pudimos meter.
Después de comer seguimos hacia el este por la carretera que va pegada a la costa sur hasta llegar por más caminos de tierra a Hufangalupe Archway, un arco de piedra natural en unos acantilados, las vistas desde allí a los acantilados era hermosa y muy relajante, disfrutamos un buen rato sentados por allí. Para la siguiente parada pasamos más rato en la furgoneta, por el camino los niños descalzos nos saludaban desde su bicicleta.
Llegamos a uno de los platos fuertes de Tonga, su famoso Ha’amonga a Maui Triliton, Una puerta hecha de 3 piedras, una encima de otras dos, uno de los puntos más antiguos históricamente de toda la Polinesia aunque para la vista solo sean 3 piedras mal vistas, foto obligatoria.
Tras ver el trilitón empezamos al vuelta al guest house parando en un mirador hacia la laguna Fangu’uta y poco más. Fue un día muy completo en el que aprendimos mucho sobre este país, un día enriquecedor gracias a Toni que no paro de explicar cosas aunque con sus ingles a veces un poco cerrado hay que estar muy atentos.
Tongatapu fue un buen inicio de presentación de Tonga que aunque sin playas paradisiacas que te imaginas del Pacífico merece la pena descubrir esta curiosa civilización, no sería la única isla de las 171 que visitaríamos, nos quedaban más y mejor…
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Aunque no será la isla más paradisíaca, me ha gustado mucho conocerla. No había oído nunca hablar de ella, y me ha resultado curioso casi todo, desde las bebidas esas raras hasta el modesto estilo del Palacio Real, lo de enterrar a los muertos sin ataúdes y las iglesias (que me han parecido una chulada por cierto).
Gracias por acercarme a este rinconcito del Pacífico 🙂 Un saludo!
Siempre es curioso conocer un país desconocido y últimamente no es fácil encontrarlo. A nosotros nos gustó mucho el poder conocerlo y llegar tan lejos de casa! En los próximos posts verás la cara más paradisíaca de Tonga que también la tiene y poco tiene que envidiar a la vecina Fiji
Gracias a ti por pasarte y saludos de vuelta!
¡Tonga es uno de los archipiélagos más hermosos que conozco! ¡Me encantó la calma, el paisaje y especialmente el buceo ( dive.site/es/explore/site/clan-mcwilliam-wreck-86Kg) es increíble!