Albania

Qué visitar en Tirana y Kruja, el legado de Skanderbeg

Tras una inolvidable aventura por las montañas del norte, quedamos prendidos de este país tan desconocido para nosotros. Sus gentes, su desorden, esa esencia de la que pocos países europeos pueden presumir, todo eso lo encontramos aquí. Un lugar donde el orden no es lo más importante y la sonrisa está a la orden de día, donde si alguien te da un empujón con el hombro sin querer no se para para pedirte perdón, es algo normal. Son detalles que te hacen sentir que estás viviendo en otro mundo diferente del que estás acostumbrado. Aún nos quedaba por recorrer buena parte de Albania y porseguimos con el itinerario que teníamos en mente dirección sur, como hicimos la mayor parte de nuestra ruta balcánica. Ahora entremos en faena sobre qué visitar en Tirana y Kruja.

Llegada a Tirana

Desde Shkodra, fuimos directamente hasta Tirana en un taxi compartido, el cual el conductor se encargó de llenar pegando gritos por la calle. 400 leke fue el precio para los dos.

De nuevo la misma historia, raki de pasajero en pasajero y muchas risas. Nos estábamos malacostumbrando, ya que es algo que seguro echaríamos de menosmás adelante.

Pues así llegábamos a la capital albana, donde nos dejarían en una plaza llena de taxis, al lado de un llamativo museo. Tuvimos que buscarnos las habichuelas para encontrar un lugar en el que dormir. Tras preguntar en alguna que otra tienda, nos recomendaron un hotel que se encontraba en una entrecalle.

Bajo una rápida negociación, pudimos llegar a un acuerdo. En realidad se trataba de la casa de una familia albana, donde alquilan algunos de sus cuartos y tienen la categoría de hotel, ellos viven allí. La abuela de la familia es la tipica señora simpática que se queda viendo la televisión y que, sin poder comunicarnos, se las arregla para decirte de todo con sus gestos.

Teníamos hambre, así que salimos a comer en uno de sus restaurantes baratos que nos recomendó el mismo dueño del guesthouse. Es un placer comer en Albania, más que por sus precios, es por su similitud con la comida que puedes encontrarte en España, algo que después de pasar un tiempo fuera, se acaba echando de menos. ¡Nos metimos un buen cocido entre pecho y espalda que bien nos hacia falta!

De visita por Tirana

A eso de la 1 de la tarde comenzamos nuestra visita por Tirana. Las cosas para visitar las teníamos a tiro de piedra, ya que nuestro hotel era muy céntrico. 

En tan solo unos cuantos metros a pie, nos plantamos enfrente del llamativo Museo de Historia Nacional que había nombrado anes. Se trata de un gran edificio con una fachada espectacular, la cual incluye un mosaico gigante. No entramos porque para ello se necesita más tiempo del que disponíamos, aunque sí que nos hubiera gustado visitarlo con un día más en nuestro calendario. ¡Para la próxima!

Museo Nacional de Historia de Tirana. Qué visitar en Tirana y Kruja
Museo Nacional de Historia. Qué visitar en Tirana y Kruja

El museo se encuentra en una plaza gigantesca y muy concurrida de gente y tráfico por sus alrededores. En el mismo centro de la plaza, donde hay un gran cuadrilátero vacío cubierto de césped bien cuidado, pudimos encontrar la estatua de alguien que ha sido importantísimo en la historia albana, todo un héroe y orgullo nacional llamado *Skanderbeg. De hecho, la plaza gigante de la que os hablo lleva su nombre. Nos encontramos en la plaza Skanderbeg.


Historia de Skanderbet

* Historia del gran Skanderbeg (Jorge Castriota en español)

Héroe nacional de los años 1400 que luchó contra el ejercito otomano y que llevó a la gloria al país defendiendo el lugar y castillo donde nació, Kruja. Tras su periplo junto al ejercito otomano donde fue traído como rehén, convertido al islam y preparado para la guerra, lideró y ganó muchas batallas del lado otomano. No duró mucho para hacer caso a sus raíces y decidir cambiar de bando junto a un ejercito de 300 albanos que  decidieron hacer frente y vengar a su familia, asesinada a manos de otomanos. El asedio turco contra Kruja y otros puntos de Albania fue constante pero sin éxito.

Para derrotarle, se puso en frente del batallón el mismísimo líder otomano, Murat II, pero toda intentona resultó ser inútil, Skanderbeg (que así le denominaron los turcos = principe albano) defendió su tierra con muchos menos hombres pero con mucha más astucia. Es así como se cultivó este legado que todavía hoy en día es contado casi a diario. En 1468 y durante una segunda ofensiva de Murat II al mando y con un ejercito mucho mayor, Skandenberg murió, no precisamente por este asedio si no por la malaria. 

Su casco es todo un símbolo en Albania y es que, mirándolo bien, es muy singular. Se trata de la cabeza de una cabra rodeando el casco, esta imagen se puede ver por toda Tirana, sobre todo en edificios oficiales del gobierno. Toda esta historia se puede encontrar en el interesantisimo museo que se encuentra en el mismo castillo de Kruja, lugar del que hablaré más adelante en esta entrada.


De visita por Tirana

Sin movernos de la plaza, pudimos ver otros edificios importantes de Tirana, como son la Ópera o los edificios que utiliza el gobierno albanés para diferentes ministerios. Mirando hacia el museo y a mano derecha de la plaza, se encuentra quizás una de las zonas más agradables para callejear. Precisamente en este lugar se encuentra uno de los edificios más antiguos de Tirana  y Albania entera, la mezquita Et’hem Bey, la cual afortunadamente no fue derribada durante la *dictadura ateo-comunista que sufrió el país. Uno de los sitios que visitar en Tirana y Kruja .

Pudimos entrar con el permiso de la persona que había en la puerta. Siempre se puede entrar, a no ser que sea hora de rezo. El interior de la mezquita es precioso. Merece mucho la pena entrar, es bonita tanto por dentro como por fuera.


Junto a la mezquita se encuentra la torre del reloj, ideal para obtener unas vistas fabulosas de la plaza y todo a su alrededor, no dejéis de hacerlo y cuidado con el horario, ya que es limitado.

* Religión durante la dictadura ateo-comunista

Durante esta época, todo edificio religioso en Albania fue convertido a cenizas. Sin importar que fuesen mezquitas o iglesias… y con ello gran parte del patrimonio histórico del país quedó destruido. Un agujero negro que muchos albanos que viven hoy en día lo han vivido en sus carnes. Una gran mayoría de ellos emigraron sobre todo a Italia y han vuelto con el país ya estable. Fue una dictadura que duró desde 1967 hasta 1991 a mandos del dictador Enver Hoxha. Una época que detuvo a Albania en el tiempo y de la que todavía trata de salir.


Teresa de Calcuta

Aparte de estos lugares, también estuvimos callejeando por diferentes partes de Tirana en las que vimos lugares como la plaza de Madre Teresa de Calcuta. En realidad es una plaza sin mucho atractivo, todo sea por hacerse una foto con la estatua de Teresa. Como ya dije en el post de Shkodra, esta mujer nació en Macedonia, pero tiene orígenes y gran parte de su vida pasada en Albania, por lo que está muy vinculada a ella.

Estatua de Teresa en la plaza de Madre Teresa
Estatua de Teresa en la plaza de mismo nombre

El dictador Enver Hoxha

Pasamos por la fea pero famosa pirámide de Tirana llamada Enver Hoxha, un edificio abandonado que actualmente ocupan skaters y vagabundos. Tiene su historia curiosa, ya que este edificio de mal gusto fue ordenado durante la dictadura por los hijos del dictador ya muerto desde el año 88. Primeramente utilizado como museo del legado del padre, Enver Hoxha y más tarde, ya fuera de dictadura, utilizado como sede de televisión y como galería de arte. Ahora está abandonado.

Muchos se entretienen escalando la pirámide, pero no me pareció muy seguro. Hay un pequeño conflicto con este edificio en la ciudad, pues hay un bando que quiere derribarlo y construir un gran edificio en su lugar y otros pretenden conservarlo como símbolo y parte de la historia albana, veremos en qué queda la cosa.


Albania y sus búnkers

Otra de las singularidades de Albania que todavía no he contado, es la inmensa cantidad de búnkers que se construyeron durante la dictadura por lo largo y ancho del país. Hay miles de ellos, conduciendo por el país, si te fijas por la carretera, verás un montón. En Tirana nos encontramos con un búnker pintado y conservado para el público, incluso se puede entrar a él, algo más de las curiosidades de este país.

Uno de los miles de bunkers que hay por Albania

Otro punto que merece la pena una visita es la iglesia ortodoxa, bastante nueva a primera vista. Su bonito y gran portón dorado invita a hacerle una visita. Es un edificio raro pero curioso.

Iglesia ortodoxa de Tirana

Figuras comunistas destrás del Museo del Arte

Un lugar secreto que encontré indagando por internet en blogs y demás es la parte trasera del Museo del Arte, el cual estaba cerrado aquel día, aunque pudimos entrar sin problemas por fuera. Se trata de una variedad de estatuas que anteriormente estaban puesta por Tirana, estatuas del comunismo que se quitaron de las calles y puestas en este lugar amontonadas, algunas de ellas tapadas con sabanas con claros signos comunistas. Una curiosidad y parte de la historia albana que intentan borrar como sea.


Para cenar nos fuimos al barrio más agradable de Tirana conocido por Blok, lugar para ir de compras y para comer en uno de sus muchos restaurantes, aunque no sea tan barato como otras zonas de la ciudad.

Que alguien me explique que hacían estos señores con un montón de billetes en la mano en mitad de la carretera
Que alguien me explique que hacían estos señores con un montón de billetes en la mano en mitad de la carretera

Al llegar de vuelta al hotel nos pusimos a ver la tele con la abuela de la familia, estaban dando Miss Globe y la participante albana era procedente de Berat (al menos eso entendimos). Uno de nuestros próximos destinos que teníamos pensado visitar. Al día siguiente nos fuimos a un lugar cercano a Tirana, un punto importantísimo en Albania, históricamente hablando. Íbamos a Kruja, lugar de Skanderbeg y su castillo. Les dimos las buenas noches y a dormir.

Lek, la divisa albana. Qué visitar en Tirana y Kruja
Leke, la divisa albana

Kruja y el legado de Skanderbeg, qué visitar en Tirana y Kruja

Salimos a la mañana siguiente bien temprano. Para llegar a Kruja cogimos un bus local que se dirigía hacia las afueras de Tirana, todo gracias a las indicaciones que nos dio el dueño del hotel. No fue fácil encontrar el lugar donde paraba el bus, pero finalmente lo conseguimos. Un autobús público bastante destartalado nos llevaría hasta la plaza principal de la población Frushe-Kruja, aunque aún nos quedaba coger otro autobús, esta vez uno mini hasta la misma Kruja. Destacar la gran estatua de George Bush que nos encontramos en este lugar mientras esperábamos el autobús, WTF. En total nos gastamos unos 175 leke por persona en autobuses desde Tirana hasta Kruja (precio que ya habrá cambiado).

Ya en Kruja, una gran estatua de Skanderbeg nos daba la bienvenida. Para llegar al castillo solo había que seguir un camino empedrado por donde había un mercadillo bastante turístico a mi parecer, con la mayoría de tiendas con souvenirs. Eso sí, fue bastante entretenido pasar por allí.


Museo Skanderbeg

Entramos directamente al museo, el cual es buenísimo y se puede ver que han invertido bastante dinero. En él se puede aprender toda la historia en torno a este importante héroe albano, historia que ya he resumido brevemente antes en el post. Fue entretenido y se pueden echar un par de horas o tres si quieres ver todo. Me pareció fundamental conocer esta historia, como ya me contó más de una persona viajando por el país. Todo turista/viajero debería de pasar por Kruja para entender lo que es Albania hoy en día. Es uno de los mejores lugares que visitar en Tirana y Kruja


Castillo de Skanderbeg

Nos dimos una vuelta por el castillo cuando nos vino un muchacho muy simpático que se nos puso a explicar cosas, hablaba un inglés muy bueno. Me olía que al final iba a pedir dinero y le pregunté si era su intención. Él asintió, pero no me importó, lo hacía tan bien que nos apetecía escucharle más de sus interesantes datos/historias, se lo había ganando. Le daríamos una pequeña propina al final del tour por el castillo. 

Destacar también las vistas desde allí arriba, son preciosas. Este pueblo se encuentra en las alturas. No me extraña que Skanderbeg tuviera el control de todos los ataques que les rodeaba, es una situación ideal para la defensa. Por el castillo hay restos de una iglesia del estilo bizantino donde todavía se pueden reconocer parte de los frescos.

El castillo también sufrió por un gran terremoto, pero una colaboración con el gobierno chino hizo que lo arreglaran metiendo unos hierros debajo de la tierra para unir las partes que se abrieron, así nos lo contó el chico y así lo pudimos ver en las grandes puntas de los hierros que sobresalían del suelo.

Visitando sus mezquitas

Este chico-guía nos llevaría a una minimezquita muy particular, se encuentra bajando por el castillo en un lateral incrustado en la piedra Nos contó que era una mezquita de una variante islámica. A mi me resultó fascinante, y más que pudiéramos entrar en ella, era muy pequeña y descuidada, pero a la vez mística.

Interior de la minimezquita

Nos despedimos del muchacho y nos fuimos a ver otra mezquita de la misma variante islámica, ya saliendo cuesta bajo por las casas que hay al salir del castillo. Este edificio que antiguamente sirvió como iglesia, es de estilo bizantino. Nos la enseño un hombre mayor que andaba por ahí, simpatiquisimo y atento. Nos reveló cada detalle de la mezquita. Esta mezquita se salvó de la quema de la dictadura y fue casi demolida durante el terremoto. Afortunadamente fue remodelada con éxito, todavía se pueden ver las grietas en la pared.

Interior de la mezquita en Kruja
Interior de la mezquita en Kruja

¿Cuánto se tarda en visitar Kruja?

Estuvimos medio día por Kruja y nos pareció suficiente. Antes de volver a Tirana, aprovechamso y nos comimos un potaje en uno de sus restaurantes baratos. Ibamos a pasar nuestra última tarde en Tirana antes de proseguir hasta Berat, el que sería nuestra siguiente parada en Albania. Lo celebraríamos con uno de esos crepes salados tan buenos que venden por Albania, los hay de cientos de formas. ¡Berat nos esperaba!

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