Caminata por el impresionante paso Valbona-Theth

¿Buscas cómo hacer la bonita caminata del paso de montaña que hay entra Valbona y Thet? Pues quédate que te cuento. Tras un día inolvidable por las tierras olvidadas de Albania y haber dormido como unos niños chicos en el hotel, nos levantamos temprano en Valbona (o Valbonë, en albano) para emprender una nueva aventura con esta caminata por el maravilloso paso Valbona-Theth. Todo parecía ser perfecto en cuanto a las condiciones meteorológicas se refiere y en cuanto a lo demás… también.

El cielo amanecía sin una nube que tapara montañas, imprescindible para poder disfrutar al máximo de este impresionante paisaje de los Alpes albaneses montañoso que nos rodeaba por todos sitios. Todo listo, cogemos las cosas del hotel, ¡estamos preparados para la acción!

Qué es exactamente el paso Valbona-Theth

El paso Valbona-Theth es un sendero popular que une a dos de los pueblos mejor conservados de los Alpes albaneses y sus respectivos valles. Durante siglos, las personas que vivían en estos valles dependían de esta ruta para el comercio, el intercambio cultural y la interacción social. Era el único medio de comunicación entre las dos comunidades aisladas en medio de las montañas.

Durante la ocupación otomana en los Balcanes, la ruta la usaban los rebeldes albaneses como un camino para el contrabando de armas y como un refugio seguro para aquellos que huían de la opresión. Hoy en día, se han mejorado las infraectructuras y se ha mejorado el sendero para la creciente demanda de viajeros que acuden a esta auténtica joya natural, una de las rutas de senderismo más impresionantes de Albania.

Antes de salir del hotel, fuimos a desayunar y a recoger nuestros bocadillos que encargamos la noche de antes (importante llevarse comida). El hombre con el que quedamos la noche anterior para que nos lo diera, aún no estaba en ningún sitio, ¡seguía durmiendo!

Por suerte, nos encontramos con un anciano en la puerta al que, mediante señas, conseguimos transmitirle lo que pasaba. El anciano nos abrió y se fue a través de unas escaleras para ir a buscarle. Es entonces cuando el hombre aparece con cara de pocos amigos y con los ojos pegados.

Mientras nos prepara el desayuno de pan con queso muy fuerte y mermelada, así como los bocadillos que nos llevaríamos para la ruta, nos tomamos un buen café. A eso de las 7 y cuarto de la mañana ya estabamos en la puerta para salir.

Inicio de la ruta Valbona-Theth

Sabíamos la dirección hacia la que teníamos que ir, pero no el camino en sí. No tardamos en orientarnos y darnos cuenta de que el camino está señalizado en arboles y piedras, marcas como las siguientes:

Todavía no estábamos en el inicio de la ruta, para ello teníamos que andar una media hora que nos llevó por lo que parecía un río seco de piedras blancas muy molesto para los pies, pero con un paisaje estremecedor que nos dieron las alas y energías necesarias para afrontar esta larga jornada de senderismo.

Al llegar al cartel de inicio de la ruta comienza la ascensión. En total serían unos 16 km lo que haríamos en esta caminata Valbona-Theth: los casi 10 km de la ruta en sí más los km que hay para llegar desde Valbona y los que hay desde el final de la ruta hasta Theth, tenedlo en cuenta a la hora de hacer la ruta.

Ascenso desde Valbona

El paisaje estaba con unos colores preciosos, con arboles de hoja caduca con sus hojas ya muy rojas y los pinos muy verdes, formaban un contraste muy llamativo. El paisaje otoñal nos regalaba esta estampa preciosa. Por el camino, tuvimos que parar a menudo, y no por el cansancio precisamente.

Nuestra cámara de fotos echaba humo de tanto usarla, el paisaje no nos daba descanso, tras cada curva aparecía un nuevo paisaje asombroso. Las botellas de agua se nos iban gastando rápido por el gran esfuerzo que estábamos haciendo, pero por suerte encontramos un manantial donde pudimos rellenarlas. El agua se veía muy pura, aunque siempre conviene filtrarla o purificarla.

Llegada al collado desde donde se ven los dos valles

Tras una ascensión algo dura, llegamos al punto más alto de la ruta —1815 metros—, un punto llamado collado desde el cual se pueden ver los dos valles a ambos lados, el valle de Valbona y el valle de Theth. Un lugar mágico que nos hizo parar durante un buen tiempo para poder admirar la grandeza de la naturaleza.

Quedamos más que sorprendidos por lo que nos estaba regalando Albania. Además, no nos cruzamos ni con un alma durante todo el camino, lo teníamos para nosotros solos.

En este punto perdimos un poco el norte y no sabíamos muy bien hacia donde tirar, perdimos las marcas. Tras coger varios caminos equivocados, pudimos proseguir nuestro camino correcto gracias a las marcas, las cuales volvimos a encontrar. Perderse por aquí resultaría muy peligroso, no hay nadie a quien pedir ayuda. Cuando hicimos esta caminata, aún no existía maps.me.

Descenso hacia el valle de Theth

El descenso sería un tanto diferente y lo haríamos por un bosque de hayedos totalmente pelado de hojas y con el suelo totalmente cubierto de ellas. Íbamos por una alfombra roja algo peligrosa, ya que bajo las hojas se escondían muchas piedras que parece que laas han puesto con mala intención para que te dobles los tobillos. 😅

El descenso se nos hizo largo y duro, incluso más que el ascenso; las rodillas se resentían, pues era una cuesta abajo bastante pronunciada y con muchos obstáculos. Además, decidimos darnos prisa para llegar hasta Theth lo antes posible, ya que queríamos coger el minibús que nos llevaría de vuelta a Skhodra ese mismo día.

No sabíamos el horario, pero alguien en Valbona nos dijo que quizás pasaba uno a eso de las 5 o 6 de la tarde, en Albania nada es seguro. Saliendo del hayedo, apareció otro paisaje espectacular en escena, un paisaje tremendo que te hace olvidar todas las penas y esfuerzos hechos para llegar hasta allí. 

Ya casi en Theth, tuvimos que mojarnos los pies para cruzar riachuelos por los que no había otra forma de hacerlo sin mojarte, los pies lo agradecieron en realidad.

Llegada a Theth

Llegando a Theth, ya pudimos ver por fin a gente haciendo su vida en el campo. Nos sorprendió ver lo duro que trabajan aquí las mujeres, su vida depende de ello. Tras preguntar a la gente de allí, nos contaronn que esperábamos en la curva que se ve en la foto de abajo, por donde nos dijeron que pasaría el minibús. ¡Bien! La caminata por el paso Valbona-Theth cloncluía en este mismo lugar.

La verdad es que hubiera estado bien quedarse a dormir en Theth y desde allí visitar las maravillas cercanas como las cascadas Grunas y la ruta Blue Eye, pero teníamos que segur avanzando.

Allí mismo había un hombre mayor que, casi sin haber mediado palabra, se sacó la botella de raki para compartir con nosotros, ¡no falla! Es gracioso poder comunicarnos en italiano con gente de aquí, muchos de ellos han vuelto tras la estampida que hubo hacia Italia en los años oscuros de Albania. Muchos de ellos han vuelvo a pasar sus últimos años donde pertenecen. Viendo tales paisajes, no me extraña que lo hayan echado de menos.

Transporte de Theth hasta Shkoder

Por fin llegó el minibús, muy lleno de locales. No había mucho sitio y un hombre me dijo que me sentara en su regazo. 🙄 Para evitarlo, metí mis posaderas como pude entre ellos, pudiendo hacer un hueco en los sillones; ventajas de ser canijo… No se trataba de un viaje corto, sería una travesía de 4 horas por un camino infernal.

Si en el post anterior dije que el camino de Bajram Curri a Valbone fue el peor camino en coche que hice en mi vida, este lo superaba por goleada. Es incomprensible como un coche/transporte a cuatro ruedas puede aguantar eso… Ten en cuenta que esto fue hace unos cuantos años y puede que hoy en día hayan mejorado la ruta.

De vuelta a nuestra base

Sin embargo, dentro del minibús todo era alegría, la botella de raki pasaba de mano en mano y la música local casi nos dejaba sordos. Así era imposible aburrirse, aunque nuestros cansados cuerpos con los que anduvimos más de 7 horas nos pedían un descanso.

Dentro del minibús nos encontramos con un francés que nos contó que ejercía de voluntario ayudando en un colegio a los niños de la zona, parecía tenerle cariño a este lugar, por fin alguien con el que podíamos hablar en inglés y preguntar algunas de nuestras dudas.

Por el camino, paramos en un bar donde no nos dejaron pagar nuestro refresco y dulces que nos pusieron en la mesa, parecían estar contentos de tenernos presentes. La hospitalidad de este país no la encuentras fácilmente en Europa.

Llegando ya a Shkoder, la gente se fue bajando y el camino se volvió más suave, por fin podríamos llegar a nuestro hotel de Shkoder donde teníamos nuestras pertenencias. Fueron dos días muy intensos para todos nuestros sentidos, esa noche dormiríamos con una sonrisa de oreja a oreja.

Estábamos orgullosos de vivir lo que habíamos vivido, lo que nos dio el país durante estos dos días no lo olvidaremos nunca. Todavía quedan lugares puros, vírgenes y atrapados en el tiempo en Europa… y no hay que ir demasiado lejos. Nuestro proximo destino en Albania sería bajar hasta Tirana, la capital de Albania. 

🛌 Alojamiento en Valbona o en Theth

La mayoría de visitantes suele hacer noche desde donde empiezan, ya sea desde Valbona o desde Theth. Sin embargo, hay otros que aprovechan y hacen noche en los dos pueblos. La verdad es que, si dispones del tiempo, sería la opción ideal para hacerlo todo mucho más relajado y disfrutar más tiempo de esta auténtica maravilla natural que nos regalan los Alpes albaneses y visitar otras cosas que hay por la zona, que no son pocas.

Alojamiento en Theth:

¡En Theth te puedes alojar en maravillas como estas!:

🛌 Bujtina Miqesia (sobre unos 50 €)

🛌 Guesthouse Pashko (alrededor de 50 euros)

Alojamiento en Valbona:

Y en Valbona sitios maravillosos como estos a buen precio por lo que ofrecen:

🛌 Bujtina Arturi (¡unos 33 €!)

🛌 Guesthouse Demushi (sitio precioso con desayuno incluido y mucha clase)

Seguro de viaje para viajar por Albania

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