Nos levantábamos de nuevo en Ubud tras llevar ya algunos días en moto por la isla. Era como si hubiéramos vuelto de nuevo a casa. Fue algo extraño sentirnos así, ya que solo habíamos estado un par de días antes de salir con la moto. Viajar tanto tiempo es lo que tiene, enseguida encuentras “tu casa” al estar en una ciudad que has visto más que otras. Esta vez haríamos una ruta por el sur de Bali.
Volvimos por Ubud solo para dormir y con la intención de salir de nuevo al día siguiente en lo que sería nuestro último en moto por la isla. Esta vez tocaba visitar la otra cara de Bali: la más turística, la de las playas y la del tráfico. Los días pasaban volando, parecía que fuese ayer cuando salimos en el primer día de ruta.

Salida de la ruta por el sur de Bali
Mucha gente nos había avisado de que no nos acercáramos por Kuta, que no merece la pena. Sin embargo, a mí personalmente me gusta conocer los lugares por mi cuenta para poder opinar. Aunque sean lugares que no tengan buena reputación para el viajero (pero sí para el turista), me gusta descubrir el lugar en persona, y Kuta no iba a ser ninguna excepción.
En el desayuno me llevé una sorpresa, ya que en ese este homestay de Ubud nos solían dar siempre pan para desayunar. Sin embargo, aquella mañana, Dani nos trajo un plato de sopa de noodles con verduras. Aunque sea algo muy normal por aquí, la verdad es que no me apetecía para nada así de buena mañana. Estaba muy bueno, pero me empezaba a hartar de los noodles y del arroz, ya me pasaba como en la India. Pero era lo que había y algo había que comer, había que aprovechar el desayuno incluido del hotel.



Nos despedimos de Dani con un hasta luego, ya que esa noche volveríamos a Ubud de nuevo para dormir y devolver ya la moto. El día ya empezó con avisos de lo que nos íbamos a encontrar más en esta ruta por el sur de Bali: tráfico pesado por todos sitios. Cientos de motos que hacen que tengas que estar con los 5 sentidos puestos en la carretera para no comerte ninguna, aunque lo que peor me parecía eran los coches que tenían prisa, que nos adelantaban de forma muy peligrosa. El primer destino del día estaba claro, nos metimos el tute de viaje hasta lo más al sur de la isla, en Bukit Peninsula, para llegar hasta el templo de Uluwatu.
Visita a Pura Luhur Uluwatu
Decidimos hacerlo así para desde allí ir subiendo poco a poco de vuelta a Ubud y no darnos todo el palizón al final del día. Tardamos horas en llegar a Uluwatu por culpa del tráfico que hay por Kuta y Denpasar, un tráfico de lo peor que he visto jamás. Una locura que nos tuvimos que tragar con mucha paciencia y calma. Por Bukit Peninsula, el ambiente que se respiraba era muy diferente al que se respiraba en el norte. Aquí el ambiente era muy surfero y joven, muchas motos con tablas que se dirigían a las playas del sur, mucha más piel blanca y melena rubia al viento.

Pura Luhur Uluwatu es un templo del siglo XI situado en lo más al sur de la isla, en Bukit Península, uno de los “templos de agua” más importantes del hinduismo balinés. Es conocido turísticamente por ser el templo para ver el mejor atardecer, uno de los más bonitos que se pueden ver en Bali e incluso Indonesia. Lo malo es la cantidad de turistas que acuden hasta allí, haciendo el atardecer algo menos atractivo. Nosotros llegaríamos por la mañana
cuando no había demasiada gente, con mayoría balinesa. Es muy agradable caminar por el camino que pasa por encima del acantilado y las vistas al templo son preciosas. Os adelanto que sería de lo mejor que vimos de nuestra ruta por el sur de Bali.



Conociendo las maravillas de Pura Luhur Uluwatu
Son muchas las escaleras que hay que subir hasta el templo, pero merece mucho la pena. Hay un lugar donde puedes ver a la diosa Ganesha, el famoso Dios hindú en forma de elefante. También hay una colonia de monos que corretean entre las personas y los templos en busca de comida, siempre con un ojo puesto en ellos, pues no se sabe nunca cómo van a reaccionar. Hay algunos que son peligrosos, como ya os conté en el post de Ubud y del Sacred Monkey Forest. Con la entrada al templo te dan un sarong, así que ignora a todos aquellos que en la entrada tratan de darte un sarong en alquiler, no es necesario.


Playa de Padang Padang
Desde allí, cogimos la moto de nuevo para ir subiendo poco a poco por Bukit Peninsula, nos fuimos directo a ver las playas de Bali. Se puede pensar que esta isla destaca por playas como destino turístico, pero para nada es así. Hay muchos lugares mejores por Indonesia y sería cometer un craso error el venir a Bali como destino de playa.
La primera playa que fuimos a ver fue la famosa y pequeña playa Padang Padang. Primero la vimos desde las alturas, desde donde se veía muy bonita, pero el ambiente que se respiraba por el alrededor ya nos indicaba que no iba a ser una playa tranquila. Aparcamos en el aparcamiento de la playa y nos comimos un bakso en un puestecillo antes de bajar hasta la arena.

Bajando las largas escaleras se llega hasta la playa que estaba hasta arriba de turistas y de gente a la caza de ellos. Una locura de playa que, aunque bonita, tampoco es que sea nada del otro mundo. Parecía una competición para ver quien lucía el mejor cuerpo: mucho australiano, ruso e italiano tostandose al sol. Un ambiente en el que no nos sentíamos cómodos. Este no era ese tipo de playa que buscábamos, era difícil no comparar con las maravillosas playas de Ha´apai, de las que pudimos disfrutar poco tiempo atrás. Para paliar el calor nos metimos en el agua y tras descansar un rato nos fuimos a probar en otra playa.
Playa de Bingin, parada en nuestra ruta por el sur de Bali
Esta vez nos fuimos a la playa de Bingin, la cual nos costó muchísimo encontrar. Tras perdernos varias veces por el camino, al final pudimos llegar. Otra vez nos tocó bajar muchas escaleras para llegar a una playa más solitaria, pero para nada agradable para bañarse. El coral estaba por casi toda la orilla, así que decidimos meternos en un bar con vistas al mar para bebernos un milkshake mientras planeábamos la siguiente parada.


Visitando la famosa Kuta
Nos fuimos directos a Kuta, no nos quedaba más tiempo para visitar más playas y ya habíamos visto lo suficiente. Bali no nos gustó en cuanto a playas (aunque seguramente haya otras mejores de las que vimos), esperábamos que esto cambiara al visitar otras islas de Indonesia, que no son pocas. Sin duda nos quedamos con el interior de Bali y su cultura.
Llegábamos a Kuta, la ciudad más turística y conocida de Bali (con permiso de Ubud). Muchísimo tráfico, muchísima gente, sobre todo australianos que llegan para hacer surf por aquí y por Bukit Peninsula con Kuta como base.
Esta ciudad también fue famosa, por desgracia, por culpa de un trágico suceso en el año 2002, donde 202 personas perecieron con una bomba en el peor ataque terrorista de la historia de Indonesia. Este atentado fue seguido por otro en 2005, en el que murieron 26 personas.
Kuta no es para todos
Aparcamos en una de sus calles principales entre una mansalva de motos y coches. No vimos nada destacable en Kuta. Tiendas enormes, turistas rojo-gamba a tutiplén y poco más. Nos acercamos a su playa minada de gente, supongo que esperaban para ver el atardecer. No sé qué hacíamos allí, pero después de todo nos gustó experimentarlo. Ya teníamos una mejor idea de lo que era Kuta y por qué unos lo aman y otros lo odian. Según el tipo de viajero/turista que seas, te gustará más o menos. En mi opinión, hay sitios muchos mejores en la isla en los que dedicar tu tiempo, pero es eso, cuestión de puntos de vista.


Aun así, nos metimos en una calle agradable con muchos puestecillos y ambiente típico balinés. En total pasaríamos como un par de horas conociendo el lugar. Mucha gente nos paraba ofreciendo servicios de hoteles, taxi, de sus tiendas o de lo que fuera. El negocio constante de Kuta con el turista no tiene descanso.
Los precios nos los encontramos megainflados, sobre todo después de haber estado por el norte. Lo peor es que la gente lo paga, porque no sabe la realidad que hay allá en el norte de Bali (o simplemente se la pela), donde todo es más de la mitad de barato y a la vez mucho más auténtico, con gente desinteresada en engañarte y sacarte dinero.
Conclusión sobre Kuta
Esto es Kuta, si me pides consejo de si ir o no, te digo que vayas y lo compruebes por ti mismo, pero también te diría que inviertas ese tiempo para llegar allí en otros lugares de la isla que merecen mucho más la pena. Una alternativa podría ser Jimbaran, por el que pasamos y que está al sur de Kuta. Entre tanto, durante los últimos años en Bali (te lo digo en el presente, 2023 para ser exactos), la cosa ha cambiado bastante y han emergido otros lugares que se han convertido en sitios alternativos para nómadas digitales y otros tipos de turismo.

Parada rápida en Denpasar, la capital de la isla
Ya de noche, salimos ya con la mirada puesta en Ubud, pero haciendo una parada antes en Denpasar, la capital de la isla. Conocida más bien por su aeropuerto internacional, por el que vinimos nosotros en un vuelo desde Australia. Aquí paramos más que nada para cenar, tenía algunas cosas que ver, pero se nos hizo de noche y no sabíamos bien adónde ir.
Denpasar es grandecito y no nos quedó claro donde estaba su centro (¡lo analfabeto que éramos sin Google Maps hace años!). Nos metimos en una calle cualquiera donde estaban los locales, un lugar lleno de puestos y sitios para comer, justo lo que buscábamos. Tras dar algunas vueltas, acabamos en un sitio donde se comía pescado. Era nuestra oportunidad para comer pescado más barato, aunque no parecía que fuera el sitio más limpio de Denpasar precisamente. Notábamos que los locales nos miraban extrañados, como si no estuvieran acostumbrados a ver a guiris por allí. Una chica que había sentada comiendo nos ayudó.
La gente del restaurante no hablaba ni una palabra de inglés y esta chica se prestó a ayudarnos a traducir el menú y a hacer de intérprete. Ella había trabajado muchos años en un hotel de lujo en Bukit Peninsula y hablaba el inglés de forma muy fluida, ¡todo un placer haber compartido cena con ella! La cena estuvo muy rica, sobre todo me gustó que fuera algo diferente que noodles o arroz. Ya tarde y con el tráfico más tranquilo, salimos hacia Ubud como destino final, donde dormiríamos nuestra última noche en esta isla y donde daríamos fin a nuestra pedazo de ruta que nos habíamos marcado de 7 días.
De vuelta a Bali, final de la ruta por el sur de Bali
Teníamos que darnos prisa para llegar al centro de Ubud, ya que teníamos que reservar algo que nos llevara hasta las islas Gili y decidirlo esa misma tarde. Casi todas las agencias estaban ya cerradas, pero pillamos una, que aunque ya había cerrado, todavía se podía ver gente en su interior. Tras tocar la puerta, nos abrieron y nos ofrecieron las opciones que tenían. Entre las dos opciones para llegar a las islas Gili Island, había una que era la rápida y bastante más cara de una lancha que te lleva directamente a las islas, y la otra era la opción larga y barata de coger el ferry hasta la isla de Lombok y desde allí por tierra ir hasta el puerto cerca de las islas Gili, donde se coge otro barquito de 15 minutos hasta las islas. Al disponer de tiempo y poco dinero, nuestra opción fue la segunda.
A la mañana siguiente, nos recogerían en Dani Homestay para llevarnos a Padangbai, de donde salía el ferry temprano hacia Lombok. Se acabó Bali para nosotros. Fue todo un placer haberla conocido, aunque realmente no estuviéramos tanto tiempo. Una semana supo a poco, pero suficiente para conocer su esencia.
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Guaaaau, buen tute con la moto eh? Desde luego no creo que tuvieras problema para dormir esa noche!
Coincido con todo lo que cuentas en el excelente post. La zona de Uluwatu pues … tssss, esta bien, se conduce con mas tranquilidad pero ni mucho menos es el paraiso en cuanto a playas y templos se refiere. Denpasar y Kuta pues lo dicho, turisteo puro y duro, fuimos en busca de las famosas tiendas de descuento (ropa de surf y tal) pero tampoco, volvi a casa con lo mismo que lleve en la maleta!
En fin …
Un abrazooo
Si señor, fue un tute de categoría pero no había ningún sitio donde dijéramos para quedarnos más rato así que fuimos dando vueltas con la moto jeje.
La verdad es que la zona de Kuta es decepcionante, recuerdo que nos lo dijisteis en su día por twitter pero somos un poco cabezones 🙂
Disfrutad de vuestros últimos días por las Españas que si no me equivoco salís prontito, un abrazo!